Visin fue encontrado sin vida en la habitación de su casa
El futbolista Seid Visin, de 20 años, fue encontrado sin vida este viernes 4 de junio en la habitación de su casa. El que era canterano del Milan y del Benevento y una de las jóvenes promesas del fútbol se quitó la vida porque no podía soportar más los episodios de racismo que padecía en su vida.
Medios como Corriere della Sera, ha sacado a la luz una carta de Visin donde denunciaba el racismo sufrido. «Ante este particular escenario sociopolítico que se cierne en Italia, yo, como negro, inevitablemente me siento cuestionado», comenzaba Visin, aclarando que fue adoptado de pequeño en lo que recuerda como una «lejana atmósfera de paz idílica» que «se ha puesto del revés». «Siento sobre mis hombros, como una piedra, el peso de las miradas escépticas, prejuiciosas, disgustadas y asustadas de la gente», decía en la misiva leída en su funeral que hace dos años había sido enviada a sus amigos y a su psicóloga.
El texto continua: «Hace unos meses logré encontrar un trabajo que tuve que dejar porque demasiadas personas, en su mayoría ancianos, se negaban a ser atendidas por mí y, como si eso fuera poco, como si no me sintiera ya incómodo, me señalaron también la responsabilidad del hecho de que muchos jóvenes italianos (blancos) no encontraran trabajo».

«Cuando estaba con mis amigos, me llevó a hacer bromas de mal gusto sobre negros e inmigrantes, incluso con aire estruendoso dije que era racista con los negros, como para afirmar, como para enfatizar que no soy yo».
«El miedo al odio que veía en los ojos de la gente hacia los inmigrantes, el miedo al desprecio que sentía en la boca de la gente, incluso de mis familiares que constantemente melancólicos invocaban a Mussolini y al ‘Capitán Salvini'».
«El otro día, un amigo, también adoptado, me dijo que hace un tiempo mientras jugaba al fútbol feliz y despreocupado con sus amigos, unas señoritas se le acercaron diciéndole: ‘Disfruta tu tiempo, porque en un rato vendrán y te llevarán de regreso a tu país'».
Visin se despedía así: «Con estas crudas, amargas, tristes, a veces dramáticas palabras, no quiero suplicar compasión o dolor, sino recordar que la incomodidad y el sufrimiento que estoy experimentando son una gota de agua en comparación con el océano de sufrimiento que están viviendo esas personas de gran dignidad que prefieren morir antes que llevar una vida en la miseria y el infierno».
Sin embargo, su padre adoptivo, Walter Visin, en unas declaraciones recogidas por La Gazzetta dello Sport, ha señalado que: «Mi hijo no se suicidó por haber sido víctima del racismo. Siempre ha sido querido, esta mañana la Iglesia se llenó de jóvenes y familias para su funeral». Esa carta se produjo porque «era una salida, estaba desesperado por el ambiente en Italia». «Pero sin conexión con su suicidio, basta con especulaciones».Su ex compañero Donnarumma se ha despedido de él a través de redes sociales con el siguiente mensaje: «Conocí a Seid nada más llegar a Milán, vivíamos juntos en un internado, han pasado algunos años pero no puedo y no quiero olvidar esa increíble sonrisa suya, esa alegría de vivir. Era un amigo, un chico como yo».
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