La organización sanitaria de la atención primaria de Isabel Díaz Ayuso ha terminado de romperse.
El organigrama directivo de la gestión de la dirección responsable de los centros de salud del sudeste de Madrid ha terminado de reventar con una dimisión en bloque.
Este hecho se suma a la huelga convocada por el sindicato Amyts, que se ha convocado para este próximo lunes y engloba a los 78 centros sanitarios 24 horas que llevan una semana reabiertos con las nuevas medidas del Gobierno de Ayuso.

Desde esta perspectiva las dimisiones en cadena de la dirección asistencial sudeste de Madrid suponen ahondar en un aspecto ya herido de la Comunidad de Madrid.
En concreto, han dimitido el director médico, la directora de enfermería y los seis responsables de los centros de salud del sudeste.
Esto supone que las dimisiones afectan a todos los municipios situados al sudeste de la Comunidad: Moratalaz, Retiro, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y Vicálvaro.
Esto es la consecuencia por aquello que se ha vivido desde el pasado 27 de octubre, momento en el que se llevó a cabo el nuevo plan propuesto por la Comunidad.
Ante esta tesitura debe sumarse también que la incertidumbre produjo un torrente de quejas por acoso laboral, presiones y llamadas, que tuvieron que gestionar los propios responsables de las áreas asistenciales, viéndose así expuesto a una realidad abrumadora.
Por su parte, “la estructura de la Comunidad de Madrid es muy grande en cuanto a su tamaño”, ha expuesto quitando hierro al asunto el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
“Hay más de 800 directivos. Se ha cambiado el viceconsejero hace unos meses, el director general, la gerente de atención primaria, y es lógico que se vayan haciendo ajustes con el equipo. No es ninguna dimisión en bloque, además es gente que ha trabajado durante la pandemia, lo cual les agradezco muchísimo el trabajo y forma parte de la vida diaria de esa consejería”, ha sentenciado.
Related posts
SÍGUENOS
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Cómo frenar el hambre en Gaza
El genocidio se sostiene sobre un crimen antiguo: convertir la comida en un arma. Frenarlo es una obligación colectiva.
Aznar dicta y Feijóo obedece: FAES llama “emboscada” al pacto climático mientras el PP arde en sus propias cenizas
El laboratorio ideológico de Aznar protege a los barones del PP y convierte la prevención de incendios en munición política, mientras las comunidades gobernadas por la derecha suman récords de abandono forestal.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.