«Ver botellones desde la planta COVID», señaló la profesional de la sanidad, denunciando las fiestas ilegales
La propagación del coronavirus en Catalunya sigue aumentando y el riesgo de rebrote (EPG), que mide el crecimiento potencial de la epidemia, es ya de 226 puntos, mientras que en las últimas 24 horas se han registrado 1.884 nuevos contagios y 31 muertes por COVID. La incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes a 14 días (IA14), que se mantenía estable, también crece y se ha situado en 206, seis casos más que la víspera.
Según los datos epidemiológicos actualizados por el Departamento de Salud, hay 1.318 pacientes de COVID hospitalizados, 68 menos, de los que 394 están graves en la UCI, seis menos que el día anterior, con lo que la presión hospitalaria se relaja lentamente.
La velocidad de propagación de la enfermedad ha aumentado y ayer era de 1,10, es decir, que cada 100 infectados contagian de media a 110 personas, lo que indica una expansión del virus lenta pero constante.

La foto de la vergüenza
Aún con la tendencia de contagios al alza, muchos son los que siguen celebrando fiestas ilegales incumpliendo las restricciones para lograr frenar la pandemia de una vez sin que una cuarta ola cada vez más cercana vuelva a golpear las vidas de los ciudadanos y ciudadanas.
En ese contexto, Pilar Ausín, neumóloga del Hospital del Mar de Barcelona, ha publicado una foto que ha indignado a mucha gente. La imagen retrata lo que se vio este viernes en la playa de Barcelona con cientos de jóvenes en grupos haciendo botellones y celebrando fiestas ilegales.
La neumóloga denunció la situación en sus redes sociales tras asomarse a la ventana del centro donde trabaja al ver lo que estaba ocurriendo. «Paradoja de un viernes noche: ver botellones desde la planta COVID», escribía en Twitter.
Paradoja de un viernes noche: ver botellones desde la planta COVID pic.twitter.com/dUZKj8HHM4
— Pilar Ausín (@AusinPilar) March 26, 2021
En la imagen se puede ver a Ausin vestida con todo tipo de protecciones, desde EPI hasta gorro y mascarilla, asomada a la ventana con el paseo marítimo de la ciudad de fondo y la playa de la Barceloneta. La imagen ha provocado la indignación y el enfado en redes sociales.
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