La especulación inmobiliaria lo pone cada vez más difícil para comprar o alquilar y nadie hace nada
Rubén Sánchez – En ocasiones veo fraudes
Se cumple un año de la publicación de la nueva ley por el derecho a la vivienda y las autoridades de consumo no han hecho pública aún ni una sola multa contra inmobiliarias que siguen cobrando honorarios a los inquilinos, una práctica prohibida desde la promulgación de la norma.
Es lamentable la enorme pasividad de las administraciones competentes ante las numerosas irregularidades que se vienen produciendo en el sector inmobiliario. Desde FACUA hemos denunciado a decenas de agencias por saltarse la ley al imponer el pago de comisiones a los inquilinos como condición para alquilarles inmuebles destinados a vivienda habitual, pero no hemos recibido ni una sola respuesta en la que nos comuniquen la imposición de sanciones. Y ello pese a que buena parte de las denuncias fueron presentadas hace ya casi un año.
La ley de vivienda introdujo una modificación del artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994, que ahora indica que “los gastos de gestión inmobiliaria y los de formalización del contrato serán a cargo del arrendador”.
Hace tres meses, el Ministerio de Consumo anunció que se había dirigido a una serie de inmobiliarias para advertirles de que estaban vulnerando la ley con el cobro de honorarios a los inquilinos. Hasta el día de hoy, no ha anunciado la apertura de ningún expediente sancionador a inmobiliarias infractoras que operen en más de una comunidad autónoma, sobre las que tiene competencias para multar.
Las actuaciones de control de mercado llevadas a cabo por FACUA y las denuncias que nos vienen trasladando los usuarios ponen de manifiesto diferentes argucias utilizados por determinadas agencias para seguir cobrando a los inquilinos los gastos de gestión inmobiliaria.
Desde cobrar los honorarios a cara descubierta como si la ley no hubiera cambiado hasta inventar que el inquilino debe pagar por un estudio para analizar su capacidad económica, pasando por imponer la contratación de un servicio para atender las dudas y problemas que tenga durante la vigencia del contrato de alquiler.
Y últimamente, lo que más está proliferando es el truco de los “11 meses renovables”. Contratos con los que se intenta eludir la obligación de cumplir la ley de arrendamientos urbanos aunque en realidad se trata de un fraude de ley que puede ser denunciado.
Con estas prácticas, las agencias pretenden justificar el cobro de honorarios con el argumento de que no se trata de alquileres de un año y, por tanto, para uso como vivienda habitual. Además, establecen esos plazos inferiores a doce meses con el objetivo de saltarse el derecho de los inquilinos a prorrogar la duración de los contratos de manera que estos duren al menos cinco años cuando el arrendador es una persona física y siete años si es una persona jurídica.
La especulación inmobiliaria lo pone cada vez más difícil para comprar o alquilar y nadie hace nada. La banca asfixia a las familias hipotecadas con tipos de interés inflados y nadie hace nada. La misma banca que nos ha robado decenas de miles de millones de euros con cláusulas suelo, intereses de demora abusivos y el cobro de gastos que no nos correspondía pagar a los consumidores por la formalización de las hipotecas. Todo ello mientras nadie ha hecho nunca nada de nada. Y ahora, ni siquiera hacen absolutamente nada con las inmobiliarias que se saltan alegremente una ley recién aprobada. Si las autoridades competentes no actúan, el derecho constitucional a la vivienda se queda en la más absoluta nada.
Soy Rubén Sánchez y en ocasiones veo fraudes.
—
Editorial del episodio 41 del pódcast En Ocasiones Veo Fraudes
Related posts
China gana la primera batalla comercial: Estados Unidos se hunde en su propio juego arancelario
La política proteccionista de Trump dispara el déficit comercial estadounidense a niveles históricos mientras China redirige su comercio y fortalece su posición global
El ‘Financial Times’ expone el uso político de la justicia en España
El diario económico más influyente del mundo pone el foco sobre los casos contra la familia de Pedro Sánchez y apunta al ‘lawfare’ como amenaza democrática.
Trump y su nuevo Air Force One de Qatar: cuando la Casa Blanca parece una casa de empeños
Aceptar un avión de 400 millones de dólares de una monarquía del Golfo no es diplomacia, es saqueo institucional con moqueta de lujo.
Alvise Pérez: tres causas penales, dos eurodiputados fugados y una fiesta que se le ha ido de las manos
Marina Lobo en HECD desmonta el relato del libertador digital: lo de Alvise no es política, es una deriva judicial en tiempo real.
MENTIRAS, CIERVOS Y DONACIONES. Marina Lobo se harta del blanqueo a Frank Cuesta
Mientras los medios lo blanquean, las pruebas de maltrato, estafa y racismo siguen acumulándose.