Durante los meses más duros de la crisis sanitaria pudimos ver como la «revuelta de los pijos» ponía en peligro su salud y la de todos. El reproche de una médica se convertía en lo más leído del año en Spanish Revolution
En mayo de este año, las manifestaciones cayetanas llenaban portadas de diarios, entre ellas, las de Spanish Revolution. Los vecinos del adinerado barrio de Salamanca de Madrid se concentraban en la calle Núñez de Balboa de la capital saltándose el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus, que se había llevado ya la vida de más de 27.000 personas en ese momento.
Ataviados con la bandera de España y el (fa)chaleco de moda, con mascarillas, sí, pero sin guardar la distancia de seguridad, reclamaron “libertad” y la dimisión del Gobierno socialcomunistachavista. Poniendo en peligro su vida, la de su familia, y la de los trabajadores y trabajadoras de la salud que tendrían que atenderles.
La rabia de la médica
Esto es lo que les reclamaba una médica desde su cuenta de Twitter, citando un vídeo publicado desde la cuenta «Movimiento Barrio Salamanca» en el que se veía como se agolpaban ciudadanos, algunos sin guantes ni máscara.
«Soy medica, llevo 2 meses trabajando una media de 12h al día, 6 días por semana. El mismo tiempo que llevo sin ver a mi pareja y mi familia por trabajar en otra comunidad. He visto morir gente SOLA, he tenido que seguir trabajando aunque solo quisiera llorar», indicó la médica.
«SOIS ESCORIA HUMANA», sentenció.
Related posts
La “Fundación Humanitaria de Gaza”: mercenarización y campos de concentración en la estrategia sionista de desplazamiento forzado
Por Manu Pineda La creación de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) en febrero de 2025 representa un hito perverso en la instrumentalización de la ayuda como arma de guerra. Bajo la fachada del reparto de alimentos, esta organización —dirigida por exagentes de inteligencia estadounidenses…
Cómo te venden la moto: la criminalidad baja, pero el miedo cotiza al alza
El delito cae, pero la histeria mediática se dispara. El problema no es la inseguridad, es quién gana sembrándola.
El Mar Menor hierve y nadie mueve un dedo: 32 grados, nitratos y complicidad criminal
La laguna agoniza mientras políticos, regantes y especuladores siguen llenándose los bolsillos.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos