La gestión negligente de la DANA exponen la incapacidad y el desprecio por las víctimas por parte del gobierno valenciano.
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, enfrenta un recurso de súplica presentado por Iustitia Europa contra el archivo de siete denuncias relacionadas con su gestión durante la DANA que devastó la región en octubre, dejando un saldo de 223 personas fallecidas . La organización denuncia que la inacción y la falta de coordinación agravaron las consecuencias de la catástrofe , y señala “indicios racionales” de delitos graves como omisión del deber de socorro y prevaricación omisiva.
Las acusaciones destacan la ausencia de medidas preventivas, como la no activación del Plan Especial de Emergencias (PATRICOVA) , y la falta de coordinación efectiva para alertar a la población. Estas omisiones, según el recurso, magnificaron los daños personales y materiales en una de las mayores tragedias recientes en España. El retraso en la solicitud de recursos esenciales, como la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y la supuesta ausencia de Mazón del CECOPI durante horas críticas , configuran un panorama de abandono institucional.
La Sala del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) inadmitió inicialmente las querellas, lo que, según Iustitia Europa, vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva y erosiona la confianza ciudadana en las instituciones democráticas . Argumentan que esta decisión genera indefensión y contradice la normativa que otorga al TSJCV competencias exclusivas para investigar a presidentes autonómicos en su condición de aforados.
LA ESPECULACIÓN COMO RESPUESTA A LA CATÁSTROFE
Apenas semanas después de la tragedia, las maniobras de Mazón y su entorno han despertado nuevas críticas. Los proyectos de vivienda para las personas afectadas se han convertido en un nido de especulación , con ejemplos como Sociópolis , un plan emblemático del PP que simboliza la ruina urbanística y el desprecio por las necesidades reales de la población. Lejos de priorizar la reconstrucción y el apoyo a las familias afectadas, las decisiones del gobierno valenciano evidencian su complicidad con intereses privados , alejados de cualquier sentido de responsabilidad social.
Mientras tanto, Mazón planea un asalto a la radiotelevisión pública valenciana, À Punt , en un intento por controlar la narrativa mediática y neutralizar las críticas hacia su gestión. Este movimiento estratégico refleja un patrón autoritario y clientelista que prioriza el poder político sobre las demandas de transparencia y justicia.
La ciudadanía exige respuestas y justicia. La DANA no solo arrasó con vidas y hogares; También expuso la profunda crisis de gobernabilidad y empatía en la Comunidad Valenciana. La inacción no puede quedar impune.
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