Iglesias había comprendido hace meses que debía dar un paso atrás y convencer a Díaz de asumir la responsabilidad del liderazgo de Unidas Podemos.
El terremoto político que sucedió en estos día, comenzando en Murcia y terminando con el vicepresidente Pablo Iglesias dando guerra contra Isabel Díaz Ayuso en las elecciones anticipadas en Madrid, ha terminado con un actor no directamente relacionado con estas maniobras políticas como punta de lanza de un nuevo cambio: Yolanda Díaz.
Iglesias ha cedido a Yolanda Díaz el liderazgo de Unidas Podemos y su puesto en la vicepresidencia del Gobierno. Sin embargo, lo que podría parecer una situación tomada en caliente, no es así. Iglesias le propuso en varias ocasiones a Díaz la posibilidad de ocupar su lugar en Unidas Podemos, pero esta se había resistido hasta ahora, según fuentes de la formación y tal y como confirma El País.
Díaz ha reaccionado a la propuesta de Iglesias de que asuma la vicepresidencia segunda y sea la candidata de Unidas Podemos en las próximas elecciones generales con un mensaje en Twitter en el que señala que “será un honor” seguir trabajando con el Gobierno de Sánchez: “En este último año he puesto todo mi esfuerzo en la protección del empleo y de las personas trabajadoras. A esta labor, siempre de la mano del #DiálogoSocial, se une ahora el reto de la Vicepresidencia. Será un honor seguir trabajando en este Gobierno y con Pedro Sánchez”.
En este último año he puesto todo mi esfuerzo en la protección del empleo y de las personas trabajadoras. A esta labor, siempre de la mano del #DiálogoSocial, se une ahora el reto de la Vicepresidencia. Será un honor seguir trabajando en este Gobierno y con @sanchezcastejon.
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) March 15, 2021
De Iglesias a Díaz: a fuego lento
Iglesias se prodigó en los últimos meses los elogios a Díaz, amiga personal desde hace años. En poco tiempo, la dirigente gallega había pasado de ser una diputada que ni estaba en la primera fila a una de las ministras estrella del Gabinete, siendo una de las ministras más valoradas del Ejecutivo de Sánchez, y consolidaba así un “nuevo liderazgo” en Unidas Podemos, según las palabras del propio Iglesias.
El todavía vicepresidente había deducido hace meses ya que él mismo debía dar un paso atrás y convencer a Díaz, la figura de Unidas Podemos con mayor proyección en la actualidad, de que sería la mejor baza de la formación y la única capaz de hacer levantar el vuelo a los morados. Este lunes lo dejó claro en el vídeo en el que ha anunciado su decisión de echarse a un lado: “Puede ser la próxima presidenta del Gobierno”.
Díaz, sin embargo, tiene un perfil menos agresivo y con una vertiente de utilidad y servicio al pueblo que le deja su militancia comunista en el ADN. Se resistió incluso cuando tuvo que entrar al Gobierno, cuando Iglesias le dijo: “Vas a ser ministra de Trabajo” y no le dejó lugar a alternativa. Era necesaria y así se lo planteó el aún líder de Podemos.
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Una comunista ante España
Su gestión ante una cartera tan complicada no pudo haber salido mejor: una comunista que se ha ganado al tiempo la confianza de los sindicatos y de la patronal, el respeto de los medios y el de sus colegas políticos en un Gobierno de coalición con muchas fricciones. Díaz se ha convertido en el nexo de unión entre dos formaciones en lucha constante y en la cara visible de Podemos ante la opinión pública.
Ahora, Iglesias le cede a la dirigente gallega su espacio en el Gobierno y el liderazgo social de la coalición. “En contra de lo que se veía desde fuera, en la organización se había instalado la idea de que Pablo no sería el próximo candidato”, comenta un miembro de la dirección a El País. “Él mismo lo insinuó en alguna entrevista, aunque parece que no se lo creían”.
Díaz garantizará a Pedro Sánchez una actitud pública mucho menos beligerante que la de Iglesias y más conciliadora, aunque firme como ha demostrado ante Nadia Calviño. Pero Sánchez debería andarse con ojo, ya que puede convertirse en una competidora electoral muy difícil de superar: es la ministra de Unidas Podemos que tiene mejor imagen entre el votante del PSOE.
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