Tanto la fiscal como el abogado del supuesto agresor consideran que dicha sentencia pudo haber sido motivada por cuestiones raciales al ser condenado por un jurado compuesto exclusivamente por blancos
Tyrone Clark, de 66 años, fue condenado en 1974 a cadena perpetua, cuando tan solo contaba con 19 años, por asalto, secuestro y violación en Boston en junio de 1973 de la joven blanca Anne Kane.
Clark siempre negó la autoría de los hechos y ahora, tras una investigación sobre el juicio que lo condenó, se han encontrado errores que podrían decretar que tenía razón y que fue enviado a prisión injustamente, en un caso de racismo.
El abogado de Clarck, Jeffrey Harris, y la fiscal Rachel Rollins, quien presentó una moción ante el Tribunal Superior del condado de Suffolk, buscan anular la condena perpetua impuesta al afroamericano que ha pasado cincuenta años en prisión, después de que Kane admitiera que pudo haber identificado al hombre equivocado como su agresor, así como la destrucción o desaparición de las evidencias fundamentales en la condena de Clark como el semen y la ropa interior de la víctima, tal y como informa la prensa local.

El relato de la víctima en el juicio
Tal y como recoge Clarín, en el juicio, Anne Kane señaló que el agresor entró por la fuerza en su apartamento, la violó, la golpeó y la arrastró por la ciudad en una saga de seis horas y media. Luego, tomaron un autobús, comieron en un restaurante, hablaron con algunos de sus amigos, mientras ella trataba de que alguien la ayudara, con la cara marcada por los golpes y ensangrentada.
Finalmente Kane pudo escaparse y corrió hacia una estación de bomberos de Roxbury a pedir ayuda a un bombero. «Fue una pesadilla», dijo. Y añadió que, en todo momento, ella trató de no mirar a su agresor.
Un día después de la agresión fue llamada por la sede de la policía de Boston para ver cientos de fotografías policiales. En ese momento ella no reconoció a nadie. Pasadas 24 horas volvieron a llamarla para que viera 11 fotos y allí identificó a Clark.
«Revisé todas las fotos y cuando llegué a la foto de Tyrone Clark, sentí que me habían pateado en el estómago», señaló la mujer, aunque agregó que cuando lo vio en la corte no se parecía a su atacante e incluso le recalcó ese aspecto al detective que la acompañaba, quien simplemente le contestó: «Todos se ven diferentes cuando están disfrazados para el juicio».
Al testimonio de Kane se sumaron además los de cuatro bomberos y un camarero del restaurante que identificaron a Clark como culpable. Los bomberos solo pasaron unos minutos con el atacante y el trabajador del restaurante vio por primera vez a Clark en el juzgado antes de identificarlo en una lista de fotografías.
Sobre esto, Kane indicó: «Si la foto que todos vieron fuera alguien que se parecía a él pero no era necesariamente él, todos hubiéramos identificado a la misma persona». Desde entonces Kane convivió con la duda constantemente.
«Yo no tenía experiencia en diferenciar rostros negros»
A lo largo de los años, la víctima había llegado a comprender mejor el estado de la injusticia en el sistema y lo difícil que es para los afroamericanos obtener un juicio justo, y aceptó la investigación del abogado de Clark.
El pasado mes de julio, Kane, que ahora tiene 73 años, dijo en una entrevista que podría haberse equivocado a la hora de identificar a su agresor. «Es un hecho comprobado en este momento que la identificación de testigos presenciales es increíblemente poco confiable y, yo no tenía experiencia en diferenciar rostros negros», afirmó la mujer.
Sentencia motivada por cuestiones raciales
Tanto la fiscal como el abogado de Clark consideran que dicha sentencia pudo haber sido motivada por cuestiones raciales. «Fue condenado por un jurado compuesto exclusivamente por blancos, basándose en identificaciones raciales», dijo Harris. «Era 1973, la cúspide del racismo en Boston», señaló el jurista.
Ahora, cinco décadas más tarde, Clark reza para que si se celebra un nuevo juicio pueda ser tratado de un modo justo.
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