No es humor lo que desprecia, insulta o degrada
El pasado martes, en las ondas de Antena 3, un episodio de ‘El Hormiguero’ puso en evidencia lo frágil y desgastado que está el equilibrio entre el humor y el respeto. Durante una tertulia humorística, un incidente revistió el programa de una polémica que, a todas luces, resultó innecesaria y perjudicial.
¿Dónde está el límite del humor? ¿Cuándo el chiste deja de ser divertido y se convierte en una afrenta? Esto es precisamente lo que provocó un intercambio entre Pablo Motos, anfitrión del show, y el comediante Miguel Lago. Ambos debatían sobre las recientes campañas electorales cuando, de repente, el tono del diálogo dio un giro desafortunado.
UN COMENTARIO FUERA DE LUGAR
Pablo Motos, en su intento de generar una conversación profunda sobre los criterios para seleccionar a los candidatos políticos, dio pie a Lago para que realizara un comentario desatinado. Con un tono jocoso, Lago mencionó a la candidata de Unidas Podemos a la alcaldía de Valencia, aludiendo despectivamente a su condición de sorda.
Es en este punto donde debemos hacer una pausa y reflexionar. ¿Es este el tipo de humor que queremos en nuestra televisión? Un humor que, en lugar de provocar carcajadas genuinas, parece favorecer la burla y el menosprecio hacia grupos vulnerables. Miguel Lago, al desarrollar su «chiste», profirió: «Irene Montero afirma ‘la mejor candidata: sorda, lesbiana’. Entonces, ya que parece que todo vale, empecemos a faltar el respeto. Y mira a este cojo que hemos invitado», desatando las risas en el estudio.
¿DONDE QUEDÓ LA DIGNIDAD?
La carcajada del público y de los presentes es lo que nos debe hacer reflexionar. ¿Es realmente divertido ridiculizar a alguien por su orientación sexual o su discapacidad? Si nuestra respuesta es sí, entonces quizás debamos cuestionar nuestros valores y la dirección en la que se dirige nuestra sociedad.
Pero no todos permanecieron indiferentes o complacientes ante este incidente. Irene Montero, la aludida en el «chiste» de Lago, tomó su espacio en Twitter para condenar la discriminación y la ridiculización realizadas en el programa. Escribió un mensaje dirigido a la candidata mencionada, Pilar Lima, expresando su apoyo y su orgullo por la identidad de Lima como mujer sorda y lesbiana.
LA TELEVISIÓN Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
Este suceso nos debe recordar la enorme responsabilidad que tienen los medios de comunicación, especialmente la televisión, en la formación de la opinión pública y en la normalización de ciertos comportamientos. La televisión no debería ser un espacio donde la discriminación, el sexismo o la homofobia se disfracen de humor.
Al final del día, debe primar el respeto. La dignidad humana debe estar por encima de cualquier intento de hacer reír. No es humor lo que desprecia, insulta o degrada. Las personas que tienen algún tipo de discapacidad, que pertenecen a la comunidad LGBTQ+ o que son de cualquier minoría merecen respeto y reconocimiento, no burlas ni risas a su costa.
Es hora de que los programas de televisión, como El Hormiguero, empiecen a plantearse seriamente el impacto de sus contenidos y la manera en la que estos pueden repercutir en la sociedad. Porque el humor es una herramienta poderosa, pero solo cuando se usa de manera responsable y respetuosa. Es posible hacer reír sin faltar al respeto, sin insultar ni ridiculizar a nadie.
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