Iker Jiménez invitó la semana pasada a su programa a un instructor militar que acudió con su uniforme y una metralleta encima de la mesa asegurando que “hay que matar más rusos”.
Cuando cada día nos llegan terribles imágenes de muerte, destrucción en Kiev y millones de refugiados huyendo de la guerra, hay quienes aprovechan la situación para crear espectáculo y mediatizar el sufrimiento.
Uno de ellos es Iker Jiménez, el divulgador de lo oculto, que ha sido abducido por la extrema derecha.
Iker siempre trató en sus programas de mostrarse neutral políticamente, hablando de psicofonías y avistamientos de objetos no identificados, pero en los últimos tiempos, parece estar siguiendo una agenda calcada a los temas de la extrema derecha.

En 2015 Iker dedicó un programa a la crisis de los refugiados que sobrevino tras estallar la Guerra en Siria. Su colaborador Enrique de Vicente habló de “la cuidadosamente calculada agenda de migración en masa”. Como si detrás de la migración hubiera una mano oculta con un plan maestro y perfectamente trazado.
“Un intento teledirigido de destruir la identidad de la UE y de EEUU” y de “debilitar la raza blanca y la religión cristiana”, fueron algunas de las ideas que se lanzaron.
Conceptos demasiado parecidos a los usados por el alt rigth y la extrema derecha que abandera la teoría conspiranoica de la Gran Sustitución. Una teoría en la que supuestamente el mundo occidental blanco será reemplazado por la migración multicultural. Una teoría en la que por ejemplo creía el terrorista Brenton Harrison, que asesinó en 2019 a 51 personas en una mezquita en Australia.
También en 2016 Iker se lanzó a defender el bulo que vincula la migración con el crecimiento de los delitos en España: «Existen una clara estadística entre el aumento de la violencia sexual y el aumento de la inmigración».
Iker también ha dado espacio a la teoría conspirativa del Marxismo Cultural que quiere dominar el mundo, con un colaborador que asegura que el ecologismo, el veganismo y el animalismo pretenden destruir la cultura occidental.
También ha contado en su programa con Roma Gallardo, el famoso streamer anti feminista que se dedica a insultar a mujeres por redes. Como a la Ministra de Igualdad a la que llamó: “Hija de puta, brecha hay entre tu sueldo y el resto de mujeres, que además tú te rascas el coño sin trabajar”.
Por supuesto durante la pandemia Iker no dudó en cuestionar la efectividad de las vacunas o insinuar que el virus había sido creado en un laboratorio chino de forma premeditada.
Teorías agitadas también por Steve Bannon, el gran asesor de Trump que llegó a financiar el estudio falso sobre los laboratorios chinos.
Esto no quiere decir que Iker Jiménez sea de extrema derecha, pero, si una cosa tienen en común el alt rigth y las teorías de la conspiración de Cuarto Milenio, es tratar de dar una explicación sencilla a los problemas del mundo que suelen ser mucho más complejos.
Aunque desde luego, el invitar a personajes tan radicales como Roma Gallardo, o Enrique de Vicente a tu programa para que expandan sus ideas extremistas, te hace parecer un poco aliado a ciertas ideas. Quizá Iker solo sea un oportunista que busca audiencia a cualquier precio.
“El miedo a resultar políticamente incorrectos no nos va a frenar para formular preguntas” decía Iker cuando habló sobre la crisis de los refugiados. Pero poner el foco en un supuesto plan contra la Europa Occidental, en vez de la tragedia de los seres humanos que murieron ahogados en el Mediterráneo, es de ser por lo menos un cínico.
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