Dos mujeres y un hombre han sido encontrados muertos a tiros en una vivienda de la céntrica calle Serrano de Madrid, en el barrio de Salamanca.
Fernando González de Castejón, asesinó a su esposa, Gema, y a otra mujer, con un disparo en la cabeza, reflejando la culminación de la violencia machista no atajada a tiempo.
El historial del noble marqués de Perijá ha sido consecuente y recurrentemente vinculado por la violación de la justicia contra las mujeres, en concreto con aquellas a las que maltrataba.

En 2009 fue denunciado por maltratar a su hermana y su madre y se le impuso una orden de alejamiento. Años más tarde, en 2018, la Policía actuó de oficio y lo detuvo por malos tratos a Gema, la mujer a la que acabó matando, pero ella retiró la denuncia y volvieron a convivir.
Los vecinos reconocen que su actitud era un tanto enfermiza, tanto por sus arrebatos violentos en el ámbito familiar como con el resto de residentes del bloque.
Al caer la noche era frecuente encontrarlo en el patio del edificio, escopeta de caza en mano, disparando perdigones a bidones y cuadros con diana, dicen.
La Policía Nacional, que investiga el caso como un crimen machista, cree que fue el hombre quién mató a tiros a su mujer, luego a la mujer de 70 años y por último se suicidó con la misma pistola de nueve milímetros que encontraron tirada a sus pies.
En su domicilio guardaba una basta colección de armas, así como fotografías de simbología nazi y fascista. Los vecinos le recuerdan, como ya adelantó El Español, cantando el Cara el Sol, ondeando una bandera franquista y amenazando al resto de residentes.
Destaca también el medio que «hace dos años, durante el confinamiento, fue uno de los cabecillas de las caceroladas en el barrio de Salamanca contra las políticas restrictivas del covid propulsadas por el Gobierno de España».
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