La capital cuenta cada vez con más barrios peatonales, prohibidos a los vehículos motorizados, durante todo el año o los fines de semana
En Francia se está llevando a cabo el proyecto rues scolaires (calles escolares) para aumentar la seguridad y reducir la contaminación en los alrededores de los colegios: aceras más anchas, árboles donde antes aparcaban coches, la prohibición de estacionar en horario escolar y, sobre todo, la peatonalización de las calles donde hay colegios y guarderías donde solo podrán pasar los residentes y a una velocidad muy restringida.
Durante el pasado verano ya se cerraron a la circulación o peatonalizaron 59 calles de París en las que se encontraban guarderías o escuelas de primaria, por lo que la cifra total de calles escolares creadas en la capital francesa asciende a unas 150, según el Ayuntamiento.
Después de que la prensa publicara estudios de organizaciones medioambientales que demostraban los altos índices de contaminación en zonas escolares de regiones como la parisina, muchos padres se manifestaron delante de algunos colegios especialmente afectados y de cara a las elecciones municipales de la primavera de 2020 exigieron a los candidatos un compromiso en la materia.

Anne Hidalgo transforma París
Cuando Anne Hidalgo se presentó a la reelección como alcaldesa de París lo hizo con un programa muy claro que intentaba transformar París con la exclusión del coche, más peatonalizaciones, el impulso de la bicicleta y más zonas verdes. Hidalgo salió victoriosa en las elecciones y ha cumplido con una de las medidas más llamativas prometida: la peatonalización, entre el verano de 2020 y el otoño de 2021, de 150 calles donde había colegios o guarderías con el fin de aumentar la seguridad de los niños y las familias tanto a la entrada como a la salida del colegio.
Tal y como señala Magnet, un ejemplo de ello es la calle Ferdinand-Flocon del 18ème arrondissement donde el asfalto ha sido sustituido por un manto beige a cota cero, han desaparecido los aparcamientos en favor de aparcabicis y una pequeña mediana se ha plagado de árboles y plantas. El acceso a la calle ha quedado vedado mediante una valla móvil a la mayoría de los vehículos.
Otra llamativa medida introducida ha sido limitar a 30 kilómetros/hora la velocidad en la mayoría de las calles de la ciudad, exceptuando algunas avenidas con varios carriles o vías de circulación principal, una medida con la que están de acuerdo el 39% de los parisinos, otro 39% está en contra y un 20% cree que en algunas zonas se debería flexibilizar a 50 km/h.
Sin embargo, la peatonalización de las calles no será posible en todas las calles, ya que algunas son principales y permitirán el paso de vehículos de reparto, de emergencia y transporte de personas discapacitadas, aunque se tomarán medidas para aumentar la seguridad.
Medidas para los más pequeños
Al mismo tiempo, París ha introducido medidas para adaptarse a los más pequeños como zonas sin tabaco y una ampliación de los espacios de juego. Otras ciudades francesas, como Rouen están aplicando sus propios programas de peatonalización cuyos beneficios no solo tienen que ver con la seguridad y la contaminación sino también con el cambio de hábitos de los padres incentivando la disminución del uso del coche.
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