El eterno escritor uruguayo nos dejó un cuento para hacernos reflexionar sobre matarnos entre nosotros
La mirada de Eduardo Galeano siempre fue aguda y su oído siempre atento a la actualidad. De su pluma, siempre inspirada, salieron algunas de las eternas historias que se repiten una y otra vez en nuestros tiempos. Sin embargo, hay algunas líneas, retazos de lo que era capaz de escribir, que situadas en un momento y un lugar concreto, destacan y nos iluminan.
Es el caso de esta historia que nos ocupa, un pequeño cuento que nos hace recapacitar sobre el ser humano y sobre su obsesión con tropezar siempre sobre la misma piedra, una muy grande, la de la muerte y la destrucción intencionada, la de la prepotencia y la vergüenza por la falta de diplomacia y entendimiento. En definitiva, sobre la guerra.
El cuento está extraído del libro “Patas para arriba” del periodista y escritor uruguayo y dice así:
El deseo
El hombre encontró la lámpara de Aladino tirada por ahí. Como era un buen lector, el hombre la reconoció y la frotó El genio apareció, hizo una reverencia, se ofreció:
– Estoy a tu servicio, amo. Pídeme un deseo y será cumplido. Pero ha de ser sólo un deseo.
Como era un buen hijo, el hombre pidió:
– Deseo que resucites a mi madre muerta.
El genio hizo una mueca.
– Lo lamento, amo, pero es un deseo imposible. Pide otro.
Como era un buen tipo, el hombre pidió:
– Deseo que el mundo no siga gastando dinero en matar gente.
El genio tragó saliva:
– Este… ¿Cómo dijo que se llamaba su mamá?
ÚLTIMAS ENTRADAS
El PSOE cierra filas: el 23-F sigue enterrado bajo el silencio oficial
La desclasificación de los documentos del golpe de Estado vuelve a ser frenada, dejando en evidencia las grietas de una democracia tutelada.
El cerco se estrecha:Francia y Países Bajos aplicarán órdenes de arresto del TPI contra Netanyahu
Más de 120 países limitan la movilidad del primer ministro israelí y su exministro de Defensa.
La Justicia desestima la querella contra Aemet y la CHJ mientras investiga cinco denuncias contra Mazón
Los hechos demuestran que el problema no radica en los pronósticos climáticos ni en la gestión hidráulica, sino en la falta de acción política ante una emergencia anunciada
Vídeo | Broncano lo ha vuelto a hacer
Ahora solo queda que Isabel Rodríguez escuche lo que dicta la Constitución.