El movimiento ha atraído a centenares de jóvenes, y se describe como un tipo de cristianismo «guay» que no es tan radical como otros grupos católicos más conservadores
Un reciente artículo en elDiario.es describe un retiro de tres días llamado Effetá, que es exclusivo para jóvenes católicos y que se realiza en la Hospedería del Valle de los Caídos. El retiro ofrece a los participantes la «oportunidad de desconectar de sus rutinas diarias y de sus dispositivos digitales para tener un encuentro con ellos mismos y con Dios». Los participantes describen la experiencia como una oportunidad de profundizar en su fe y de encontrar un sentido más profundo en la vida. Sin embargo, el movimiento ha sido tachado de secta por la forma en que cambia a los participantes, haciéndolos más radicales y alejándolos de sus amigos y familiares.
Un vídeo que ha generado controversia en las redes sociales muestra a un grupo de personas bailando al ritmo de la canción «Madre Tierra» de Chayanne. Sin embargo, el lugar donde se llevó a cabo la coreografía ha causado revuelo, ya que fue en el Valle de los Caídos. Este tema musical ha sido uno de los más populares en los últimos años y ha sido reproducido en numerosos eventos como verbenas, discotecas, bodas y cumpleaños. El grupo que aparece en el vídeo pertenece a Effetá.
Ponerse a hacer el chimpancé en un mausoleo donde están enterradas más de 30.000 personas no es la mejor manera de que la gente vea con buenos ojos a grupos como Effetá o Hakuna.pic.twitter.com/REFitdTPgC
— Gregorio S. «EL TALAVERANO» (@Talaverano78) March 23, 2023
El retiro Effetá es un evento exclusivo para jóvenes católicos que se realiza en la Hospedería del Valle de los Caídos. El retiro dura tres días, desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la tarde, y durante este tiempo los participantes están desconectados de sus dispositivos móviles y de sus rutinas diarias. Los participantes son animados a no revelar detalles sobre las actividades del retiro, ya que se considera que la experiencia es mucho más valiosa que las palabras.
El movimiento ha atraído a centenares de jóvenes, y se describe como un tipo de cristianismo «guay» que no es tan radical como otros grupos católicos más conservadores. Sin embargo, también hay críticas al movimiento, especialmente en la forma en que cambia a los participantes. Según el psicólogo Miguel Perlado, ha atendido a varias familias preocupadas por el cambio repentino en sus hijos después de que estos participaran en el retiro Effetá. Los cambios incluyen abandonar el entorno previo, tanto actividades como amistades, para relacionarse únicamente con «la gente de Effetá», y pasar a estar mucho más centrados en actividades de la Iglesia.
Además, el artículo menciona que algunas personas se han quejado de cambios de actitud y comportamiento después de haber pasado por el retiro. Un ejemplo se da en una amiga que «volvió de Effetá siendo otra persona», y otra amiga que confirma que «estuvo rara» al volver de este evento. También hay preocupaciones sobre la forma en que el movimiento monopoliza el tiempo y el espacio mental de los participantes.
Otro aspecto del movimiento que se ha destacado es su secretismo. Los participantes son animados a no revelar detalles sobre las actividades del retiro, y esto ha llevado a cierta mística en torno al movimiento. Sin embargo, algunos han criticado este enfoque, argumentando que el secretismo solo aumenta el riesgo de que se produzcan abusos o comportamientos inapropiados.
El psicólogo Miguel Perlado también advierte sobre el peligro de los comportamientos sectarios de algunos movimientos religiosos que han surgido con fuerza entre los jóvenes católicos en España. A lo largo del último año, ha atendido en su consulta a tres familias preocupadas por el cambio «súbito» de sus hijos después de pasar por Effetá. Perlado señala que para las vocaciones religiosas es necesario un tiempo y una maduración, y no se pueden acelerar los procesos. Además, según Perlado, en las conductas que ha analizado hay «cambios prototípicos», como la decisión de abandonar el entorno previo, tanto actividades como amistades, para relacionarse únicamente con «la gente de Effetá». En los casos analizados, este entorno religioso poco a poco va «monopolizando más el tiempo» y «el espacio mental».
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