El 16 de mayo de 2020 fallecía Julio Anguita en Córdoba. Hoy se cumplen dos años.
Inmersos en lo peor de la pandemia fallecía Julio Anguita, quien no pudo tener la despedida que merecía en su ciudad, Córdoba.
Hoy más que nunca y a la vista de las próximas elecciones en Andalucía se hace necesario recuperar su espíritu para alejarse de la resignación. De hecho, con estas palabras lo ha sostenido Inmaculada Nieto en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press.

Este pasado fin de semana el Colectivo Prometeo organizaba un acto homenaje para el político, bajo las ideas extraídas de los textos de Anguita, ‘Somos mayoría’. En estos textos aludía a la mayoría social como referente de un proceso aglutinante de poder popular como contrapoder ciudadano.
El ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, ha recordado también este lunes en un mensaje en Twitter la figura del histórico dirigente de izquierdas Julio Anguita, y subraya que «su ejemplo sigue iluminando el camino».
«Han pasado dos años desde que se nos fue Julio Anguita. Gracias a él muchos nos unimos a la causa y militancia del socialismo», señala en el tuit.
Y añade: «Gracias a él muchos aprendimos que la política no es útil si carece de honestidad y pensamiento crítico».
Han pasado dos años desde que se nos fue Julio Anguita. Gracias a él muchos nos unimos a la causa y militancia del socialismo, y gracias a él muchos aprendimos que la política no es útil si carece de honestidad y pensamiento crítico. Su ejemplo sigue iluminando el camino. pic.twitter.com/xcnbXYSfYD
— Alberto Garzón? (@agarzon) May 16, 2022
«Para mí para ser izquierda simplemente tener dos ideas muy claras: una, los derechos humanos que están en la Constitución Española, derechos humanos de 1948 y pactos de 1966 que los desarrolla, empezando por el pacto del derecho al empleo, a la vivienda, el que la gente tenga vacaciones periódicas pagadas», expuso en su época Anguita.
«El segundo, qué política hay que aplicar para que eso se consiga. Ya está, no aspiro a nada más que a eso», sentenció.
«Hablar de libertad es algo muy grande. Porque libertad es asumir que se tiene la conciencia libre, que no es lo mismo que libertad que conciencia. La conciencia libre significa que yo puedo decidir si yo tengo todos los elementos para formular mi decisión», dijo Anguita en otra ocasión.
“Estoy bien informado, estoy bien formado, me alimento todos los días, tengo un techo donde guarecerme, tengo una ropa que ponerme y, una vez que mis necesidades más elementales satisfechas, yo puedo empezar pensar a ser un hombre libre”, continuó.
«Porque si yo tengo que buscar el trabajo trampeando como sea, poniéndome en la cola del paro, vendiéndome por cuatro perras porque tenemos que comer los míos y yo, yo no soy un hombre libre aunque mañana me permitan que vaya a votar en las urnas. Yo voy movido por mi hambre, por mi necesidad de tener que venderme en cada momento para un trabajo”, zanjó el exsecretario de Izquierda Unida.
Julio Anguita te explica lo que es la libertad. pic.twitter.com/WQX6EYtc2a
— Paco Oliva (@pacoliva82) March 21, 2021
Related posts
83% de las personas asesinadas en Gaza eran civiles: la mentira de la “guerra limpia” israelí
Los datos secretos del propio ejército israelí desmontan el relato oficial: el asedio a Gaza es un genocidio planificado, con un índice de matanza civil pocas veces visto en la historia reciente.
El naufragio del Cybertruck: cuando el juguete de Musk se convierte en un problema financiero
De icono futurista a chatarra cara: el vehículo que iba a revolucionar la movilidad eléctrica es hoy un fracaso asegurado.
La gran sumisión: Europa abre sus fronteras al cerdo de Trump
Un acuerdo desigual que entrega la soberanía económica de la UE a Washington
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.