Mientras el sistema de reciclaje en España fracasa, sus gestores se llenan los bolsillos
Ecoembes se presenta como la defensora del reciclaje en España, pero la realidad es menos amable. Pese a proclamarse una entidad sin ánimo de lucro, su funcionamiento recuerda más a una gran corporación. Con ingresos de 578 millones de euros en 2018, provenientes casi en su totalidad del “punto verde” —un pago que las empresas hacen por cada envase que ponen en circulación— Ecoembes tiene una estructura que levanta serias sospechas. Cuanto más envase se genera, más ganancias obtiene la entidad; este sistema de ingresos pone en entredicho su compromiso ambiental. ¿Es realmente posible combatir la crisis de los residuos si una organización beneficia su cuenta de resultados con cada envase producido?
El reciclaje, en este contexto, parece una excusa antes que una misión. Y lo que indigna es que los ingresos no se destinan en su mayoría a mejorar el sistema de reciclaje, sino a garantizar su propia existencia y la de quienes la controlan. El resultado es un modelo contradictorio: cuanto más crece el problema del plástico, más se llenan los bolsillos de quienes se supone deben solucionarlo.
Además, Ecoembes recibe otro 15% de sus ingresos de la venta de materiales reciclados, lo que subraya una peligrosa paradoja: su viabilidad depende de la producción de residuos plásticos. En lugar de buscar modelos de reducción, aboga por soluciones de “reciclaje” que no solo son insuficientes, sino que han sido criticadas por ser ineficaces en el largo plazo. No es una organización enfocada en reducir el impacto ambiental, sino en mantener un flujo constante de residuos que justifiquen su existencia.
SUELDOS MILLONARIOS Y ALIANZA CON LAS CORPORACIONES DEL PLÁSTICO
Ecoembes es generosa, sí, pero con sus directivos y no con el medio ambiente. El equipo directivo de la organización, compuesto por entre 10 y 11 personas, percibe salarios de más de 200,000 euros anuales. Una cifra escandalosa que contrasta con su supuesta misión de proteger el planeta. Estos directivos perciben salarios comparables a los de altos cargos gubernamentales, aunque su impacto positivo en la sociedad es, cuanto menos, dudoso. ¿Cómo se justifica un sueldo de tal calibre cuando los resultados en reciclaje están lejos de ser satisfactorios?
Ecoembes no solo premia la mediocridad de su sistema, sino que mantiene lazos estrechos con empresas contaminantes. Entre sus principales accionistas encontramos asociaciones y corporaciones responsables de la producción de plásticos y envases, como Tetra Pak y ANIERAC. Estas entidades, cuya rentabilidad depende de la producción de envases, ven en Ecoembes una herramienta perfecta para evitar una regulación que obligue a reducir el uso de plástico. Con Ecoembes, encuentran una “pantalla verde” que legitima sus prácticas bajo una falsa promesa de sostenibilidad.
La verdadera cara de Ecoembes es la de una organización aliada de las grandes corporaciones que generan el problema, mientras mantiene su estructura y beneficios intactos. La reducción de residuos y la reutilización de envases es la auténtica solución, pero esta pondría en peligro su modelo de negocio, ya que afectaría directamente a sus grandes benefactores.
Related posts
SÍGUENOS
Las horas más bajas de Ursula
Dos bloques opuestos han coincidido en algo: pedir la cabeza de Ursula von der Leyen. Y no es una pataleta: tienen 72 firmas, el mínimo legal para forzar el debate.
Vox y la violencia que nunca quiere ver
El alcalde de Villacastín, detenido por agredir a su mujer en plena romería Otra vez Vox. Otra vez la violencia que su discurso niega mientras se enquista en sus filas. Julio César Sánchez, alcalde del partido ultra en Villacastín (Segovia), fue detenido por la Guardia…
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Vídeo | Marina Lobo: Madrid paró La Vuelta y tumbó el blanqueo de Israel
Marina Lobo lo dijo sin rodeos: lo que pasó ayer en Madrid fue histórico. Mientras el mundo miraba para otro lado, la última etapa de La Vuelta a España se detuvo en seco por las protestas masivas contra el genocidio en Gaza. Una marea ciudadana…
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.