La situación en la Franja de Gaza ha alcanzado niveles alarmantes tras los recientes bombardeos israelíes. Una de las mayores tragedias en medio de este conflicto es la paralización de varios hospitales, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en la región. Sin acceso a servicios médicos esenciales, las y los habitantes de Gaza enfrentan una doble amenaza: la violencia del conflicto y la falta de atención médica.
Cuatro centros médicos en Gaza, entre ellos los hospitales de Beit Hanun, Al Durra, Al Karama y el Oftalmológico Internacional, han dejado de funcionar completamente debido a «los continuos bombardeos» de Israel. Esta interrupción de servicios esenciales pone en peligro la vida de miles de palestinos que dependen de estos hospitales para recibir atención médica.
Además, el Hospital de la Amistad Turco-Palestina, único en ofrecer servicios oncológicos en la región, ha tenido que limitar sus operaciones por falta de combustible y electricidad. Este centro médico es vital para muchas y muchos pacientes con cáncer en Gaza, que ahora enfrentan la incertidumbre de no poder continuar con sus tratamientos.
El recrudecimiento del bloqueo israelí sobre Gaza ha exacerbado aún más la situación. Al cortar el acceso a recursos básicos como agua, electricidad y combustibles, Israel no solo está afectando la vida cotidiana de las y los habitantes de Gaza, sino también la capacidad de los hospitales para operar y atender a los heridos.
PERSONAL SANITARIO: GRANDES OLVIDADOS
Otra tragedia que se esconde detrás de los titulares es el número creciente de trabajadores sanitarios que han perdido la vida o han resultado heridos en los ataques. Según informes, al menos 44 trabajadores de la salud han fallecido y 70 han sido heridos. Ambulancias y otros vehículos médicos también han sido blanco de los bombardeos, lo que dificulta aún más la atención a las víctimas del conflicto.
Desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hamás el 7 de octubre, el número de víctimas no ha dejado de crecer. Más de 3,785 personas han perdido la vida en Gaza, incluyendo una cantidad significativa de menores, mujeres y ancianos. El número de heridos supera los 12,493, y sin acceso adecuado a la atención médica, esta cifra podría aumentar.
La crisis sanitaria en Gaza es un reflejo de la complejidad y los múltiples desafíos que enfrenta la región. Es esencial que la comunidad internacional tome medidas inmediatas para garantizar el acceso a servicios médicos y proteger a las y los civiles. La salud y el bienestar de las y los habitantes de Gaza no pueden ser una moneda de cambio en el conflicto político y militar. Es hora de actuar y poner fin a esta crisis humanitaria.
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