Ciudadanos ha sufrido una serie de derrotas en las urnas desde las elecciones generales de noviembre de 2019.
Las últimas elecciones Generales en España representaron un cambio de paradigma para Ciudadanos, el partido que por aquel entonces era liderado por uno de sus fundadores, Albert Rivera.
En aquellas elecciones de 2019, el partido pasó de tener 57 diputados en el Congreso a solo 10, lo que obligó a la salida de su líder para ser relevado por Inés Arrimadas.

Esta, actualmente, y con ella un los pequeños núcleos del partido, se encuentran inmersos en una guerra abierta en el ámbito interno, que enfrenta a Arrimadas y su portavoz parlamentario, Edmundo Bal, compitiendo por el control del partido en una Asamblea General extraordinaria programada para mediados de mes.
En los últimos dos años, y tras aquellos comicios, Ciudadanos ha perdido representación en Madrid y Andalucía, y su presencia ha sido reducida a sus actuaciones en Cataluña y Castilla y León, que ya también se manifiesta prácticamente testimonial.
Las derrotas en las urnas y la marcha masiva de su militancia ha tenido consecuencias económicas para el partido. Desde las elecciones generales de 2019, Ciudadanos ha dejado de recibir importantes ingresos en subvenciones institucionales, lo que ha obligado al partido a reducir costos, despedir personal y cerrar más de la mitad de sus sedes provinciales.
El partido incluso ha tenido que cerrar 28 de sus sedes provinciales y podría tener que cerrar más en el futuro. «El presupuesto destinado a sostener esos locales pasó de algo más de los 1,5 millones que invirtieron en 2021 a menos de un millón (931.825 euros) en 2022, es decir, un 40,96% menos», manifiestan desde elDiario.es.
La descomunal caída también queda manifiesta en el éxodo de afiliados, que pagaban una cuota mensual de 10 euros. «Ciudadanos presumía de haber alcanzado en los años álgidos de la formación cerca de 34.000 afiliados. Luego, en 2019, rebajaron la cifra a unos 26.000 militantes. Y ahora no llegan ni a los 10.000», apuntan desde el digital. De este modo, en 2022 «el partido dejó de ingresar solo en cuotas de afiliados más de un millón de euros», concluyen.
Related posts
El protocolo Sheeran: cómo sobrevivir al colapso sin un puto móvil
La renuncia de Ed Sheeran al teléfono no es excentricidad: es resistencia frente a una sociedad que confunde productividad con existencia.
Una camiseta que decía ‘Palestine’ y un Parlamento que no tolera la disidencia
Cansın Köktürk fue expulsada del Bundestag por llevar una camiseta, pero el problema no era la ropa: era Palestina.
El exterminio ya no es tabú: casi la mitad de la población judía israelí apoya matar a todos los palestinos de Gaza
Una encuesta revela el colapso ético de una sociedad que ha normalizado el genocidio como política de Estado
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos