El escritor y columnista Juanjo Millás piensa en esta frase de Tony Soprano cuando oye hablar a Ayuso
El escritor y columnista Juan José Millás ha dado su opinión sobre Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en el programa «A vivir que son dos días» de Cadena SER, dirigido y presentado por Javier del Pino.
Millás comenzaba su intervención indicando que se encuentra un poco sobrecogido por la inminencia de estas fiestas, que son doblemente ominosas, porque «la Navidad siempre produce un grado de tristeza, por lo menos en personas de cierta edad, porque evoca inevitablemente las pérdidas, recuerdas a la gente que no está y también te da alegrías porque te muestra las ganancias: que te has hecho mayor, tienes más experiencia, que están los nietos…».
«Pero, en fin, no son como las fiestas del pueblo, dónde todo es alegría, que siempre hay un grado de ambivalencia. Y a esa ambivalencia se suma ahora la amenaza de la pandemia. Por eso, decía que eran doblemente ominosas», ha continuado.
El escritor ha relatado una anécdota que le ocurrió en la pescadería, cuando a una clienta el pescadero le pregunta que cuántos langostinos iba a querer y la señora se echó a llorar y dijo que no sabía cuántos porque no sabía con cuánta gente iba a cenar, ni a qué hora se tenía que volver de casa de su nuera, no sabía nada la pobre.
En ese momento, Millás contrapuso la angustia de la mujer ante la incertidumbre de cómo iba a pasar estas fechas con su familia, con cómo «el otro día Isabel Díaz Ayuso se refirió a los muertos que está habiendo estos días como los ecos del pasado puente».
«Entonces, a mi me vino a la memoria aquella frase de Tony Soprano respecto de su madre, que era una mujer malísima. Su hijo decía de ella ‘esta mujer no tiene interlocutor alguno entre su cerebro y su boca’, y yo cada vez que oigo a Ayuso a hablar me acuerdo de esta frase», ha señalado el escritor.
Millás y el «talento» de Ayuso
Lo cierto es que esta ausencia de interlocutor entre el cerebro y la boca «produce a veces aciertos expresivos admirables, porque plantarse delante de cien cadáveres que están en parte relacionados con tu gestión y llamarlos ecos del pasado con la belleza que tiene la palabra eco, implica un talento…», ha precisado Juan José Millás.
Javier del Pino añadía rápidamente: «una falta de filtro». «Sí», ha confirmado Millás, insistiendo irónico: «pero hay una forma de talento».
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