AstraZeneca admite un error en la aplicación de su vacuna 

AstraZeneca ha admitido un error en la aplicación de la dosis de su vacuna a algunos participantes después de anunciar su 70% de fiabilidad.

La empresa farmacéutica AtraZeneca ha afirmado que varios de los pacientes de la investigación únicamente recibieron una dosis parcial en lugar de la carga completa.

Sin embargo, este no es el primer “patinazo” de AstraZeneca. Como bien remarca el Huffington Post, ya que varios pacientes han sufrido un trastorno neurológico sin explicación tras la aplicación de la vacuna.

Por ello, cabe recordar, que en aquel momento la investigación quedó suspendida temporalmente “mientras se aclaraban las circunstancias del trastorno” de los voluntarios.

No obstante, uno de los ejecutivos de la entidad, defendió recientemente en una entrevista su sistema de gestión y de comunicación en cuanto a las pruebas y las investigaciones. El responsable aseguró que “el error en las dosis fue cometido por un contratista, un fallo del que se notificó de inmediato” a las entidades reguladoras.

AstraZeneca cae en Bolsa

Debido a que los anuncios llevados a cabo el pasado lunes auspiciaban un porcentaje inferior de eficacia de esta vacuna que de otras presentadas como la de Pfizer, Moderna o la Sputnik V de Rusia, las acciones de AstraZeneca reaccionaron con caídas en Bolsa.

El rango de eficacia expuesto tras los ensayos oscila entre el 60% y el 90% en función de las dosis administradas.

Aún así “la eficacia y la seguridad de la vacuna confirman que será altamente efectiva contra el Covid”, ha destacado el presidente de AstraZeneca, Pascal Soriot.

Los inversores, sin embargo, explica elEconomista, “reciben sus noticias son mayor frialdad. Las acciones de AstraZeneca reaccionan con caídas en la Bolsa de Londres, superiores al 1 por ciento. En semanas anteriores, tanto Pfizer como Moderna se dispararon con los resultados de sus vacunas, al desvelar porcentajes superiores de eficacia”.

“En China ya están vacunando y en Moscú empiezan a finales de año”

La periodista Helena Villar recientemente criticó que España a pesar de no tener de momento vacuna para la covid-19 mire por encima del hombro a China y Moscú, que ya están vacunando y empezarán a finales de año, respectivamente. “En China ya están vacunando y en Moscú empiezan a finales de año. En España estado de emergencia hasta mayo, a la vacuna de momento ni se la espera y los medios aún tienen el santo rostro de mirar por encima del hombro a los otros dos y sembrar dudas sobre sus gestiones”.

En China ya están vacunando y en Moscú empiezan a finales de año. En España estado de emergencia hasta mayo, a la vacuna de momento ni se la espera y los medios aún tienen el santo rostro de mirar por encima del hombro a los otros dos y sembrar dudas sobre sus gestiones.

— Helena Villar (@HelenaVillarRT) October 29, 2020

“Lo de enturbiar con gilipolleces a cuenta de Cataluña las relaciones con Moscú ya ni te cuento. Sigan apostando todo a caballo perdedor, no vaya a ser que les dé por ser listos como los rusos, que no sólo desarrollan su vacuna sino que tienen acuerdos para comprar la ‘rival'”, añadió la periodista.

Lo de enturbiar con gilipolleces a cuenta de Cataluña las relaciones con Moscú ya ni te cuento. Sigan apostando todo a caballo perdedor, no vaya a ser que les dé por ser listos como los rusos, que no sólo desarrollan su vacuna sino que tienen acuerdos para comprar la “rival”.

— Helena Villar (@HelenaVillarRT) October 29, 2020

Como bien ha expuesto el compañero Xan Pereira, esta batalla medicinal podrían inmiscuirse en el seno de la actual nueva guerra fría.

Guerra geopolítica

Esta “guerra fría” podría terminar, según Pereira, de cinco formas distintas. Por ejemplo: “primero, la contención a largo plazo del emerger de China por parte de Washington. Ello seguiría las líneas de la que Estados Unidos puso en marcha en relación a la Unión Soviética entre 1947 y 1991”.

Dado el éxito de dicha política frente a la URSS, añade Pereira, “esta constituye la opción preferida por Estados Unidos y la que ha venido siguiendo con prioridades variables desde que Obama puso en marcha su llamado“Pivote en Asia”. Aunque se habla de una política de contra balance a China, en realidad se trata de un proceso de contención que busca frenar la expansión de ese país en áreas diversas que van desde lo geopolítico hasta lo tecnológico”.