El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), ha aprovechado el incendio en una nave abandonada en la que malvivían más de 100 personas para volver a su discurso racista
Al menos dos personas han muerto y otras 17 han resultado heridas, tres de ellas graves, en un incendio declarado este miércoles por la noche en una nave industrial de Badalona donde suelen vivir un centenar de personas, en su mayoría inmigrantes subsaharianos. El incendio que se ha originado esta noche, cuyo aviso ha sido recibido a las 20.54 horas.
El jefe de Bomberos, David Borell, no ha descartado que las llamas puedan haberse cobrado más víctimas mortales aún no localizadas, además de los dos muertos que se han podido confirmar hasta el momento. Uno de los cadáveres permanece en el inmueble, inaccesible para los cuerpos de seguridad, que investigan cómo acceder a la nave, cuya estructura ha resultado muy dañada y amenaza con hundirse. Se estudia si se deberá derribar.
La nave, situada en la calle Guifré esquina con Tortosa, consta de planta baja y tres plantas, todas ellas ocupadas, y se encuentra en riesgo de colapso debido al daño estructural causado por el fuego, por lo que muchas personas han perdido lo que para ellos era su hogar y quedan a merced de un Sistema que no les cubre. El Ayuntamiento calcula que en la nave podían vivir de forma habitual entre 100 y 150 personas.
Algunos de los residentes en la nave relataron a EL PAÍS su temor a que varios de sus compañeros hayan fallecido en el incendio, ya que no consiguen encontrarlos. Fuentes de los bomberos apuntan también esa misma posibilidad, aunque el fuego impide entrar en el edificio para comprobarlo.
Albiol y el racismo institucional
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol (PP), se ha referido con un tono despectivo a las personas que habitaban la nave incendiada en la localidad y ha señalado que su consistorio conocía la situación del inmueble, que según ha relatado, llevaba ocupado unos siete u ocho años y que “la aglomeración de personas malviviendo no es ninguna novedad”.
Albiol ha añadido que al principio la ocupación de la nave no daba problemas, pero en los últimos dos o tres años “vivían personas conflictivas” que estaban creando problemas de inseguridad y convivencia importantes en la zona. Ha justificado las actuaciones de su Ayuntamiento diciendo que “la ley de este país no permite ni que el Ayuntamiento ni la Policía pueda entrar en un local sin autorización judicial”, por eso, señala, se limitaban a controlar el exterior del inmueble.
“Nosotros lo único que podíamos hacer eran controles en el exterior para intentar que aquellos que eran más conflictivos estuviesen incómodos, abandonasen la nave y dejasen vivir tranquilos a los vecinos”, ha dicho. El alcalde también ha enumerado que el edificio ocupado había generado problemas como tráfico de drogas, robos, amenazas de vecinos y otros problemas de convivencia.
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