La represión del régimen talibán se intensifica, llegando a una represión escandalosa en el caso de las mujeres.
Hace exactamente un año, en agosto de 2021, en cuanto los estadounidenses anunciaron la retirada definitiva de sus tropas, alegando que su misión allí había sido un éxito porque habían acabado con el liderazgo de Al Qaida, los talibán se lanzaron a reconquistar el país sin encontrar resistencia en el ejército afgano.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país rumbo a Tayikistán apenas horas después de que los talibán se plantasen en las puertas de Kabul y anunciasen en un comunicado, un alto a sus operaciones hasta «la conclusión de un acuerdo de transición».
Cabe destacar que la combinación entre las tradiciones pastunes y la interpretación radical del Islam por parte de los talibán deriva en una serie de reformas restrictivas de la libertad de acción y decisión de las mujeres. Las reformas regulan principalmente la forma de vestir de las mujeres, su comportamiento en público, la libertad de tránsito y sus responsabilidades con la sociedad.
Estas «normas» delegan a las mujeres la obligación de hacerse cargo de las tareas domésticas, entre las cuales estaba el cuidado y educación de sus hijos. Utilizar diariamente la burqa, una prenda de vestir que envuelve todo el cuerpo, es una de las reformas más conocidas y con mayor impacto mediático hacia el exterior, debido a que implica cubrir por completo el cuerpo de la mujer.
Fue por entonces cuando la investigadora y «proyecto de jurista» Elsa Alcalá resumía en 29 puntos el negro futuro para las mujeres en Afganistán bajo el régimen talibán.
1- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares. Solo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
2- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).
3- Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
4-Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.
5- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
6- Requirimiento para las mujeres para llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.
7- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram (su marido y guardián).
8- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos
9- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).
10- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).
11- Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.
12- Prohibición de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).
13- Se prohíbe a las mujeres llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oir los pasos de una mujer).
14- Prohibición de montar en taxi sin su mahram.
15- Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
16- Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
17- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas.
18- Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibanes, se trata de «colores sexualmente atractivos».
19- Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el «Eids», con propósitos recreativos.
20- Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
21- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra «mujer». Por ejemplo, el «Jardín de las Mujeres» se llama ahora «Jardín de la Primavera».
22- Prohibición de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
23- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
24- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
25- Se les prohíbe a las mujeres el acceso a los baños públicos.
26- Prohibición a las mujeres de viajar en el mismo autobús que los hombres. Los autobuses se dividen son «solo para hombres» o «solo para mujeres».
27- Prohibición de usar pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.
28- Prohibición de fotografiar o filmar a mujeres. No pueden aparecer en fotografías y vídeos. No existen.
29- Prohibición de publicar imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.
Poco después los talibanes comenzaron a marcar con pintura las casas de destacadas mujeres de Afganistán, con activistas, periodistas, funcionarias, blogueras o YouTubers en el punto de vista de los extremistas.
La periodista y activista por los derechos de las mujeres Amie Ferris-Rotman lo denunció en su cuenta de Twitter: «Durante la última hora, varias amigas afganas en Kabul me dijeron que los talibanes están en sus vecindarios, yendo de casa en casa, buscando mujeres que hayan participado en el gobierno o en los medios, haciendo listas». También añadía: «Una me envió una foto desde su sala de estar que mostraba a talibanes armados».
La actualidad de las mujeres en Afganistán
Esta misma semana elDiario.es publicaba un reportaje sobre el presente de las mujeres en Afganistán y se muestran testimonios tan duros como el que expone que estos “golpean a las niñas solo por sonreír”.
Lo cierto es que a las mujeres les espera un futuro muy negro bajo el régimen extremista, como ya se vislumbra en un negro presente. La idea de sociedad de los talibán está basada en interpretaciones estrictas de lo que debe ser la vida de un musulmán, con el fin de combatir lo que ellos consideran el «libertinaje», considerado habitual en las sociedades occidentales.
Afganistán es una sociedad tradicional en donde la masculinidad ha estado siempre arraigada a su cultura, pero la reformas de los talibán delegaron a las mujeres la obligación de hacerse cargo de las tareas domésticas, entre las cuales estaba el cuidado y educación de sus hijos o utilizar diariamente la burqa, una prenda de vestir que envuelve todo el cuerpo.
Se prohibe trabajar a las mujeres, excepto en el sector sanitario, pero la mujer que trabajara en el sector médico no debía sentarse en el asiento siguiente al del conductor. Tampoco se les permite trabajar fuera del hogar, se controlaban sus desplazamientos y se les prohibe salir sin escolta. Se suspende la educación femenina, se cierran las escuelas mixtas puesto que hombres y mujeres no podían estudiar juntos. Se prohíbe que las mujeres convivan con otros hombres que no fueran sus familiares. Las deben caminar con calma y abstenerse de golpear sus zapatos en el suelo, para no generar ruido. Ninguna mujer afgana tiene ahora el derecho de ser transportada en el mismo coche que los extranjeros.
Las mujeres tienen terminantemente prohibido practicar algún deporte, bailar, aplaudir, volar cometas, representar seres vivos, la fotografía o la pintura en el régimen talibán.
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