El FBI ha presentado cargos contra unas 50 personas por su supuesta participación en el asalto al Capitolio. “Aunque te hayas ido de Washington, todavía puedes esperarte que llamemos a tu puerta si descubrimos que participaste en actividades criminales en el Capitolio”, ha advertido Steven D’Antuono, miembro de la oficina local del FBI
Es lo que Las autoridades han detenido hoy a uno de los más llamativos simpatizantes ultras de Trump que participaron en el asalto al edificio. Se trata un individuo conocido como Jake Angeli, también conocido como el «QAnon Shaman» o «Q», e irrumpió en el edificio con el pecho descubierto y tocado con pieles de bisonte y un casco con cuernos.
Angeli había sido rápidamente identificado en las redes sociales como participante en los hechos. Es famoso en ciertos círculos conspiranoicos por su aire de hechicero y su afición a los bulos de Qanon, el movimiento que defiende la existencia de una conspiración mundial para encubrir una red de tráfico sexual de menores al servicio de los demócratas. Antes de unirse supuestamente al movimiento QAnon, Jake Angeli era un actor de poca monta, locutor y cantante, según Nick Martin , editor del diario Informant.
Jacob Anthony Chansley, como en realidad se llama, dio una entrevista al portal Vice horas antes de ser detenido en la que asegura que no se arrepiente de nada y no está preocupado por las consecuencias de sus actos. “Estoy muy orgulloso de mi participación”, señala. “Creo que fui un observador de la historia conforme ocurría delante de mis ojos”.
Jake Angeli gritó en el Capitolio el lema de la campaña de Trump
Jake Agneli, de 27 años, es un rostro familiar en los mítines pro-Trump y ha sido visto en varias manifestaciones en todo el país. Este miércoles fue hasta el hemiciclo del Senado y gritó: «Make America Great Again», el principal lema de la campaña de Donald Trump.
En los días posteriores a las elecciones presidenciales de EE.UU. del pasado 3 de noviembre, Angeli explicó a EFE que su deber es «informar» a la comunidad de los diferentes escándalos que supuestamente esconde el Partido Demócrata, como la trata de personas, la injerencia en el Gobierno estadounidense, o el fraude electoral en contra de Trump.
“Q” y el asalto al Capitolio
Angeli está acusado de entrar ilegalmente en un edificio oficial, comportamiento violento y desórdenes, según ha informado la fiscalía. Estos cargos contra se suman a los presentados por el FBI contra alrededor de 50 individuos en los últimos días en varios puntos del país. Entre los detenidos, destacan dos de los vándalos que arrasaron las dependencias de la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.
El FBI identificó como sospechosos a Richard Barnett, el hombre natural de Arkansas que posó sonriente para varios fotógrafos con los pies encima del escritorio de Pelosi, y a Adam Johnson, residente en Florida sospechoso de ser el individuo que aparece en diferentes fotos llevándose el atril de la demócrata. Una ley aprobada el año pasado por el presidente Donald Trump a raíz de la destrucción de estatuas en varias ciudades del país castiga con hasta 10 años de cárcel la destrucción de propiedad federal.
Fueron sus vecinos quienes identificaron a Johnson. Como muchos otros simpatizantes del presidente, también habían dejado abundante rastro en las redes sociales de su participación en la toma del Capitolio.
Las autoridades investigan ahora el destino de material sustraído del Capitolio, desde equipos informáticos a mobiliario o el letrero de la oficina de Pelosi.
ÚLTIMAS ENTRADAS
El PSOE cierra filas: el 23-F sigue enterrado bajo el silencio oficial
La desclasificación de los documentos del golpe de Estado vuelve a ser frenada, dejando en evidencia las grietas de una democracia tutelada.
El cerco se estrecha:Francia y Países Bajos aplicarán órdenes de arresto del TPI contra Netanyahu
Más de 120 países limitan la movilidad del primer ministro israelí y su exministro de Defensa.
La Justicia desestima la querella contra Aemet y la CHJ mientras investiga cinco denuncias contra Mazón
Los hechos demuestran que el problema no radica en los pronósticos climáticos ni en la gestión hidráulica, sino en la falta de acción política ante una emergencia anunciada
Vídeo | Broncano lo ha vuelto a hacer
Ahora solo queda que Isabel Rodríguez escuche lo que dicta la Constitución.