El antivacunismo es desinformación organizada. Los medios tenemos la responsabilidad de traer veracidad ante la crisis sanitaria global.
«Seis personas murieron en los ensayos de Pfizer«, «En EEUU mueren dos personas tras recibir vacuna de Pfizer y BioNTech contra Covid-19» o «Una enfermera se desmaya tras recibir la vacuna». Tres titulares que explican, en parte, por qué alguna gente puede llegar a tener miedo de la vacuna y resalta la irresponsabilidad de los medios por conseguir el click fácil.

De igual forma, este tipo de prensa es usada por los antivacunas para difundir su mensaje negacionista. La vacunación contra la COVID-19 es una de las alternativas para hacerle frente, probablemente la más importante. Mientras centenares de científicos en todo el mundo se afanan por encontrarlas, los movimientos antivacunas (y los famosos que se oponen públicamente a la vacunación, como el tenista Novak Djokovic o el cantante Miguel Bosé) pueden poner en peligro su credibilidad. Los medios y sus titulares interesados azuzan a todos estos negacionistas.
Es importante recordar que las actitudes antivacunas son opiniones especulativas, no son datos, ni mucho menos información, por lo que los medios tendrían que ser responsables ante esta situación. Frecuentemente, los antivacunas reflejan escepticismo frente al sistema en general y frente a los poderes públicos, y para crear desconfianza no se requiere necesariamente aportar nueva veracidad confirmada: basta con sospechas lanzadas al aire y agitar uno de estos titulares.

Para que el discurso de los antivacunas caiga en saco roto habría que mejorar y mantener la educación sanitaria desde las escuelas y durante toda la vida, incluyendo de forma muy importante los medios de comunicación. La ética periodística tiene que prevalecer y ayudar a generar conocimiento y confianza en la ciencia, enseñar a distinguir entre información y opinión, a verificar la fuente y la consistencia de los datos comunicados, alejarse de las espectacularidades y de las falsas controversias entre desiguales.
El antivacunismo es desinformación organizada. Los medios tenemos la responsabilidad de traer veracidad ante la crisis sanitaria global.
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