«Uno me aprieta nervioso del antebrazo y le contesto. Dos denuncias por Ley Mordaza», señala Bauluz.
Javier Bauluz lleva décadas por el mundo retratando la desesperación, el hambre y la soledad. Ahora se encuentra en Gran Canaria para captar los rostros de la migración, aunque lamenta no tener acceso. El fotógrafo y premio Pulitzer es una de las referencias del fotoperiodismo español y ha querido denunciar las trabas que se pone a los reporteros para cubrir y retratar el trato a los inmigrantes a las islas.
“Primer día de muelle Arguineguín liberado, abierto al público, con llegada de pateras. Varios policías aparecen y pretenden alejar a los periodistas. Uno me aprieta nervioso del antebrazo y le contesto. Dos denuncias por Ley Mordaza, por falta de respeto y negarme a identificarme”, ha compartido en su cuenta de Twitter incluyendo un vídeo.
En las imágenes subidas en Twitter por el fotógrafo se ve a unos agentes de la Policía Nacional entorpeciendo su trabajo en el muelle de Arguineguin, donde son desembarcados los migrantes que llegan bajo control de Salvamento Maritimo.
1 día de muelle Arguineguín liberado, abierto al público, con llegada de pateras. Varios policías aparecen y pretenden alejar a #periodistas. Uno me aprieta nervio de antebrazo y le contesto. 2 denuncias x Ley Mordaza, por falta respeto y negar a identificar #SinCensuraPrevia pic.twitter.com/HQa9vcfGwr
— Javier Bauluz (@javierbauluz) December 2, 2020

¿Qué quiere retratar Bauluz?: 600 fallecidos en 2020 y una «nueva Moria»
A pesar de ser una ruta arriesgada que ya se ha cobrado la vida de más de 600 personas en este 2020, las llegadas de inmigrantes a las Islas Canarias se han multiplicado por diez este año y están provocando la saturación de los servicios de acogida y una crisis para el archipiélago.
Lo crudo de la situación ha llegado incluso a la TV pública británica, que en un reportaje de Guy Hedgecoe pone el foco en la dureza de las travesías de los inmigrantes por el Atlántico y en la desesperación que hace que, a pesar de ello, recurran a esta vía para buscar una vida mejor en España y Europa.
El reportaje señala también la crisis que está viviendo Canarias por la llegada de 19.000 inmigrantes este año, 7.000 sólo en noviembre y denuncia el «caos» que supuso el campamento improvisado en el muelle de Arguineguín, con las autoridades locales y españoles intentando no convertir Canarias en un «nuevo Moria». Está siendo «utilizado como improvisado campamento», señala, donde los inmigrantes han estado hacinados y sin servicios básicos, aunque resalta que España finalmente lo ha desmantelado y alojado a los inmigrantes en hoteles vacíos por la pandemia.
Menciona que ha habido críticas al gobierno por su gestión y algunos hablan de «invasión». Pero enfatiza que muchas voces en España se muestran comprensivos con los inmigrantes y defienden no convertir Canarias en un «nuevo Moria» porque «no es el estilo de nuestra política migratoria».
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
El desprecio clasista del vicepresidente de Estados Unidos
Llamar “plebe” a millones de trabajadoras y trabajadores revela mucho más sobre la arrogancia imperial que sobre la economía global Jay Vance, vicepresidente de Estados Unidos y nuevo vocero del trumpismo desatado, ha demostrado una vez más que el desprecio clasista no sólo no se…
Trump firma decretos que reavivan el uso del carbón
El presidente de Estados Unidos condena los avances en energías limpias y desafiando compromisos climáticos. RETORNO AL PASADO: LA RESURRECCIÓN DEL CARBÓN EN PLENO SIGLO XXI En una maniobra que desafía la lógica y el consenso científico, Donald Trump ha firmado una serie de decretos…
Quemaduras, descargas y humillaciones sistemáticas: Israel institucionaliza la tortura contra prisioneros palestinos
El testimonio de detenidos liberados revela una estrategia represiva basada en el castigo físico y psicológico, al margen del derecho internacional
Vídeo | DE RESIGNIFICAR NADA 🧼 PSOEizando, que es gerundio. Marina Lobo y Esther López Barceló
La “resignificación” del Valle de los Caídos que vende Moncloa es un eufemismo para disfrazar la continuidad del relato franquista.