El partido de extrema derecha cada día huele más a Ciudadanos
De los Monteros, uno de los pesos pesados de la extrema derecha de Vox, echa el freno y deja al partido en una delicada situación tras perder 19 diputados y 700 000 votos en las últimas elecciones. Se va porque ha perdido una guerra interna.
En Vox convivían dos grupos distintos. Uno es liderado por Jorge Buxadé, sigue una línea falangista y está más preocupado por reavivar temas como el franquismo; mientras que el otro, encabezado por Espinosa de los Monteros, defiende ideas neoliberales, y estaba más preocupado en que los ricos paguen menos impuestos.
Todos ultraderechistas e intolerantes, sí, pero con este tipo de matices y egos demasiado grandes como para ser segundas filas, y De los Monteros perdió esa lucha. Sin embargo, la retirada de Espinosa de los Monteros es más que una simple renuncia: sigue a otros incidentes, como la salida previa de Macarena, y tras el paso por las urnas ha quedado meridianamente claro que la opinión pública está cada vez más distante de sus ideales.
Vox cada día huele más a Ciudadanos
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