Especialistas desmienten a Motos, subrayando la falta de fundamento científico y potencial daño a la salud.
El vídeo de Pablo Motos presentando una «máquina de plasma frío» nos ilustra el fenómeno de las pseudoterapias, demostrando cómo una supuesta «máquina de regeneración celular» se convierte en un claro ejemplo de construcción pseudocientífica: se seleccionan fragmentos de ciencia real, se exageran y mezclan, y finalmente se presentan de manera atractiva para satisfacer las expectativas del consumidor. Motos y la doctora que promociona le atribuye a esta máquina una serie de «superpoderes» que han levantado escepticismo entre expertos y autoridades.
La asociación Facua, por su parte, ha presentado un litigio al Ministerio de Sanidad y al de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, señalando que Motos promocionó un tratamiento “con pretendida finalidad terapéutica y sin base científica”, una práctica prohibida según se recoge en el artículo 4 del Real Decreto 1907/1996.
Especialistas desmienten estas afirmaciones, subrayando la falta de fundamento científico y potencial daño a la salud. Las críticas se centran en la inviabilidad de los efectos descritos, la inexactitud sobre el plasma y sus aplicaciones médicas, así como la irresponsabilidad de promover tales afirmaciones sin evidencia. ¿La respuesta de los pseudoterapeutas? Querellarse contra la ministra de Sanidad por presuntos delitos de odio y de injurias por cuestionar públicamente este tratamiento. Así estamos.
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