El 24 de noviembre de 2023, Letizia Ortiz realizó unas declaraciones que cuestionaron el modelo económico y social vigente durante el último siglo. Sus palabras, centradas en la necesidad de un decrecimiento económico desvinculado del Producto Interno Bruto (PIB) y del déficit, para reducir el consumo y el gasto energético, proponían cambiar el enfoque de «crecimiento a toda costa» hacia uno que considerase los límites de los recursos del planeta y la sostenibilidad a largo plazo.
Estas declaraciones fueron rápidamente criticadas por el Ministro José Luis Escrivá, quien intentó minimizar la preocupación, argumentando que la humanidad siempre ha demostrado su capacidad para superar y adaptarse a los desafíos sin necesidad de recurrir al decrecimiento. En este contexto de desafíos ambientales y sociales sin precedentes, el decrecimiento económico representa una perspectiva crucial y necesaria.
Frente a un modelo económico enfocado en el crecimiento continuo, que ha demostrado ser insostenible y perjudicial para el medio ambiente y la sociedad, la propuesta de decrecimiento se presenta como una alternativa valiosa. El decrecimiento no es simplemente una reducción del consumo y la producción, sino un replanteamiento de nuestras prioridades y valores, buscando una calidad de vida mejorada, equidad social y una menor explotación de los recursos naturales.
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