Isabel Díaz Ayuso se ha venido arriba. Desde que ganó las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid se ha crecido y quiere tomar al asalto el PP madrileño, el PP nacional y hasta se da fastuosos paseos por el mundo para para vender su imagen.
Este martes, Ayuso arrancaba su agenda personal en Washington dentro de su viaje oficial a Estados Unidos. Desde allí, ha querido dar un paso más en su egolatría y ha replicado públicamente a la misiva en la que el Papa Francisco ha enviado a México pidiendo perdón por los «pecados» cometidos por la Iglesia Católica durante la conquista de América.
«A mí me sorprende que un católico que habla español hable así a su vez de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano», ha señalado Ayuso.
No es de extrañar la respuesta de la presidenta madrileña. Y es que durante sus primeros días de viaje institucional en Estados Unidos ha reivindicado precisamente el legado español en América y la Hispanidad frente a la “leyenda negra” y «revisión maniquea de la Historia» que, a su parecer, se está intentando realizar con un crecimiento «alarmante» del «indigenismo y el populismo».

La misiva del Papa Francisco
“En diversas ocasiones, tanto mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”, declaró el papa en una misiva leída por el cardenal Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente del Episcopado Mexicano (CEM), y divulgada en una rueda de prensa en el Palacio Nacional.
El Papa ha indicado que para “fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país”. “Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos”, señaló el pontífice, antes de admitir y pedir perdón por los errores cometidos por la Iglesia católica.
«En esa misma perspectiva, tampoco se pueden ignorar las acciones que, en tiempos más recientes, se cometieron contra el sentimiento religioso cristiano de gran parte del Pueblo mexicano, provocando con ello un profundo sufrimiento. Pero no evocamos los dolores del pasado para quedarnos ahí, sino para aprender de ellos y seguir dando pasos, vistas a sanar las heridas, a cultivar un diálogo abierto y respetuoso entre las diferencias, y a construir la tan anhelada fraternidad, priorizando el bien común por encima de los intereses particulares, las tensiones y los conflictos», continúa la misiva.
Asimismo, pidió a los mexicanos mirar el pasado para “fortalecer sus raíces” y también para “seguir viviendo el presente y construir el futuro con gozo y esperanza”. Para así reafirmar, continuar, los valores que los han constituido y los identifican como pueblo. “Valores por los que tanto han luchado e incluso han dado la vida muchos de vuestros antecesores, como son la independencia, la unión y la religión”, añadió en el texto.
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