“Nadie me puede decir que si hubiera sido un grupo de Black Lives Matter los que protestaban ayer, no habrían sido tratados de una manera muy distinta que la multitud de matones que asaltaron el Capitolio”, denunció el propio
Cientos de partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos, rompiendo ventanas y causando estragos. Seguidores de Donald Trump, azuzados por el propio presidente, asaltaron el edificio e interrumpieron el trámite legislativo de certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
Miles de personas que enarbolaban pancartas pro-Trump se abrieron paso a través de las barricadas y rompieron ventanas para entrar en el edificio donde se reunían los congresistas. Cuatro personas han muerto, y varios policías han tenido que ser hospitalizados.
Políticos y activistas, entre otros, compararon la respuesta policial del miércoles frente a la de las protestas de Black Lives Matter del año pasado.
Black Lives Matter
El Black Lives Matter dio inicio la muerte de George Floyd, un hombre negro que fue asesinado en mayo de 2020 en el vecindario de Powderhorn, en la ciudad de Mineápolis, Minesota (Estados Unidos), después de que un agente de la policía de Minneapolis presionara su rodilla contra su cuello.
En pocos días, el hecho generó una oleada de indignación y protestas a lo largo de todo Estados Unidos en contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales hacia ciudadanos afroestadounidenses en dicho país. Las protestas también se extendieron a otras ciudades del mundo.
En muchas ciudades, incluida la capital, la policía se enfrentó a los manifestantes con violencia y arrestos. La policía intentó contener el disturbio utilizando gas lacrimógeno y granadas aturdidoras e incluso utilizaron balas de goma y bombas de humo en contra de los manifestantes.
Las protestas en contra de la brutalidad de la policía y la muerte de George Floyd se expandieron por más de 30 ciudades de Estados Unidos y Canadá.
Odiosas comparaciones
La Red Global Black Lives Matter, una de las organizaciones más conocidas que lucha por el bienestar de los negros, describió los disturbios del miércoles como un «golpe». Durante las protestas de BLM en junio, los manifestantes se congregaron en el parque Lafayette, a una calle de la Casa Blanca pero no intentaron superar las barreras de seguridad.
Fueron reprimidos de todas formas por una fuerza conformada por la Policía de Washington, más de 5.000 efectivos de la Guardia Nacional, así como por agentes de otras agencias federales como la Policía de Parques.
La seguridad del Capitolio quedó casi exclusivamente en manos de la Policía del Capitolio, un cuerpo de 2.000 agentes que se vio rápidamente desbordado pese a la previsión de incidentes. 40 guardias nacionales también habían sido activados para la ocasión, pero la Guardia Nacional no fue desplegada frente al Capitolio, como sí ocurrió durante las protestas de Black Lives Matter de junio pasado.
No cabe duda. “Nadie me puede decir que si hubiera sido un grupo de BLM los que protestaban ayer, no habrían sido tratados de una manera muy distinta que la multitud de matones que asaltaron el Capitolio. Todos sabemos que eso es cierto y es inaceptable. Completamente inaceptable”, señaló el presidente estadounidense Joe Biden.
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