Algunos españoles que han recurrido a la gestación subrogada en territorio ucraniano, donde es legal allí aunque no en España, están pidiendo ayuda desde dentro de nuestras fronteras.
‘Ya son las ocho‘ daba voz a una pareja española que estaría a 9 días de recibir al bebé y quienes denuncian que si la guerra no hubiera estallado se habrían desplazado a Ucrania en los próximos días.
Sonsoles Ónega, la presentadora del programa, preguntó a la pareja sobre las comunicaciones, ahora que en Ucrania viven una situación límite: «¿Cómo contactabais con la madre de vuestro bebé?». La mujer española, con un intento de sonrisa, corrigió inmediatamente a la presentadora: «No, con la madre no, con la gestante. La madre soy yo», decía de manera tajante.

Las redes sociales se hicieron eco de este momento y criticaron, esencialmente, dos aspectos. Por un lado, la «poca decencia» de la pareja que, en una situación extrema como la que se está viviendo en Ucrania, «cosifican» a la gestante de su bebé, que se encuentra en un búnker. Por otro lado, los usuarios también denunciaron que el programa les «diera voz».
Qué asco da el comercio de personas humanas. Madres que son simples "paridoras" y no personas. Niñ@s comprad@s. https://t.co/nLzlH3nVuj
— INTERINONINONINO ??? ? ✊.?️? (@interinoninoni) February 28, 2022
La vil estrategia del mercado de niños
«Las familias recurrentes a la #GestaciónSubrogada en Ucrania estamos muy conmocionadas. Sufrimos y tememos por las gestantes q coengendran a nuestros hijos y por sus familias. Pedimos a España y Europa que estén #ConElPuebloDeUcrania en la defensa de su vida y derechos humanos», tuiteaban.

Tras esto se hacía latente el rechazo a tal posicionamiento por su vileza demagógica: «Ir a Ucrania a comprar niños y luego solidarizarte con las mujeres ucranianas pobres que explotas para que engendren a tus hijos. ‘Tememos por las gestantes que coengendran a nuestros hijos» es una frase absolutamente terrorífica’», expresaba Elisabeth Duval.
Campaña en medios de comunicación
A raíz de ello en España diversos medios de comunicación también han tratado de blanquear la práctica de la gestación subrogada:
«Familia española ante el próximo parto por subrogada de su hija en Ucrania», narraba EuropaPress la historia de una familia que fue a comprar un niño a Ucrania.
«Vanesa, a días de ser madre por gestación subrogada en Ucrania: ‘Pedimos ayuda, estamos desesperados’»», planteaba también la misma historia El Independiente.
«Decenas de Parejas Españolas Atrapadas en Ucrania Al Esperar un Bebé por Gestación Subrogada», titulaba El Español.
La parte oscura de la gestación subrogada en Ucrania
Ucrania es hoy el epicentro de la gestación por sustitución de la mano de la empresa BioTexCom, una de las mas grandes del sector.
Este camino es casi obligatorio para muchas mujeres ucranianas como forma de paliar la pobreza estructural
A la situación de pobreza que sufre el país, se suma una laxa legislación. La actividad comercial está autorizada, pero la gestación por sustitución y la donación de óvulos carecen de regulación. Las madres de alquiler no están amparadas legalmente, en particular si el embarazo da algún problema.
La indefensión jurídica a veces alcanza incluso a los bebés explican en un reportaje en RTVE: «Brizzy fue prematura. Nació con 870 gramos de peso y sufrió daño cerebral. La pareja estadounidense para la que había sido concebida la abandonó al conocer su discapacidad. Marina, su cuidadora, ha visto en Facebook unas fotos de los padres de Brizzy que la han escandalizado».
«No hay nada empoderante en someterte a un tratamiento de reproducción asistida muy agresivo y que no siempre es exitoso a la primera y que, sobre todo, no necesitamos para nosotras mismas, esto es de locos, es como si a tu padre le duele la cabeza y el médico te manda a ti que te tomes un ibuprofeno. No es nada liberador someterse a un tratamiento que acarrea graves riesgos para la salud a corto y largo plazo y que incluye terapias de desapego y desvinculación de la criatura que está creciendo en nuestro vientre», explicaba Ana Trejo Pulido en una entrevista para Contrainformación.
«Los contratos de subrogación empoderan tanto como los contratos de esclavitud, es decir, cero, por ese motivo los Estados que prohíben la subrogación, como el español y que son la mayoría de los países del mundo, los considera nulos de pleno derecho. No existe el derecho a esclavizar, por lo tanto, no debería existir el derecho a explotar a las mujeres reproductivamente, no podemos hacer un derecho de la indignidad», añadía.
«No es nada liberador ni empoderante parir a tu bebé y entregarlo nada más nacer, a unos completos desconocidos. Es un tremendo dolor para las mujeres parir bebés muertos, que no estarán jamás en sus vidas y un tremendo dolor para los bebés nacer huérfanos de madre, esto es mi más ni menos la subrogación», concluía.
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