13 Feb 2025

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La sumisión no paga las facturas: Trump y la humillación a Milei y Abascal
INTERNACIONAL, PRINCIPAL

La sumisión no paga las facturas: Trump y la humillación a Milei y Abascal 

Los ultras aprenden a las duras que arrodillarse ante el amo no garantiza ni migajas

Javier Milei y Santiago Abascal han aprendido de la forma más dura que arrodillarse ante el amo no garantiza ni migajas. Donald Trump, el líder al que han ensalzado, ha dejado claro que la lealtad servil no es moneda de cambio en la política internacional. Con la imposición de aranceles del 25% al acero y aluminio argentinos y el desdén hacia las preocupaciones de España, el magnate estadounidense ha demostrado lo que siempre ha sido evidente: su “América Primero” no admite excepciones, por mucho que la ultraderecha iberoamericana le rinda pleitesía.

ARGENTINA, SACRIFICADA SIN REMORDIMIENTOS

Milei ha intentado en repetidas ocasiones congraciarse con la administración de Trump. Sus discursos histéricos contra el “comunismo” y su fervor neoliberal no han servido de nada. A pesar de su agenda entreguista, Estados Unidos no ha dudado en aplicar una medida que asestará un golpe brutal a la economía argentina.

Los aranceles del 25% impactarán en exportaciones que promedian más de 600 millones de dólares anuales, afectando gravemente a la industria siderúngica. Empresas como Aluar y Tenaris, que dependen del mercado estadounidense, sufrirán de lleno esta política proteccionista, poniendo en jaque miles de empleos. La misma Acindar ya ha anunciado posibles suspensiones de personal.

El golpe no es solo económico, sino también político. En 2018, Mauricio Macri logró una exención tras decenas de reuniones con la administración Trump. Ahora, Milei, a pesar de su entusiasmo fanático por el expresidente estadounidense, ni siquiera ha sido considerado. El supuesto aliado ha dejado en claro que Argentina no tiene valor estratégico en su agenda, por mucho que Milei le recite aullidos de devoción en cumbres internacionales.

ABASCAL: HUMILLADO Y SIN EXCUSAS

Si Milei ha recibido una lección de pragmatismo político, Santiago Abascal no se queda atrás. En el Congreso, ha intentado justificar lo injustificable: los aranceles globales de Trump también castigarán a España. ¿Su argumento? Que Pedro Sánchez “le cae mal” al magnate. Como si la política económica internacional dependiera de afinidades personales y no de intereses nacionales.

Pero la realidad es otra. La Casa Blanca ha sido clara: no habrá exenciones. Ni para España ni para otros países europeos. Ni siquiera Italia, a pesar del alineamiento de Giorgia Meloni con Trump, ha conseguido librarse de los aranceles. La sumisión ideológica no ha servido de nada.

La humillación de Abascal es doble porque ha sido pública. En su intento de atacar a Sánchez, ha acabado confirmando su propio papel como lacayo sin influencia. Mientras él defendía a Trump en el Congreso, la administración estadounidense firmaba la medida que perjudicará gravemente a la industria metálica europea. Ni su defensa incondicional del nacionalismo económico estadounidense, ni su desprecio por la soberanía europea le han servido para evitar el golpe.

EL FINAL DE UNA ILUSIÓN

Este episodio demuestra una verdad ineludible: Estados Unidos solo protege sus propios intereses. El servilismo de la ultraderecha hispanoamericana ha sido recompensado con desprecio. Trump no tiene aliados, solo subordinados temporales que son descartados cuando ya no resultan útiles.

Milei y Abascal han vendido su soberanía a cambio de nada. Mientras, sus pueblos pagarán las consecuencias de su ingenuidad. No han aprendido la lección: en la geopolítica, la dignidad y la estrategia valen más que las reverencias vacías. Pero ya es tarde para rectificar.

2 Comments

  1. Pablo M. Santana Q.

    Pero también hay que ver: Trump es un torpe de oficio. Sus políticas arancelarias (que parece que es lo único que tiene en la cabeza) afectarán tanto o más a los estadounidenses que a sus lacayos falderos.

  2. Prof gerardo marquez

    Ese servilismo barato de los entreguistas de sus naciones quedaran ellos mismos peor que las hienas cuando les roban las presas al tigre o al leon, quedan muertos y olvidados, asi le pasaran a milei y abascal, el primero que despues que llora deja sus heces en los escenarios y, el segundo por lucirse ni su misma hipocrecia lo salva del ridiculo

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