El 27 de diciembre se cumplía un año desde que empezó la campaña de vacunación contra la COVID-19.
Maldita.es ha desvelado que 37 de 55 políticos que se saltaron la cola para vacunarse siguen en sus cargos un año después.
Cabe recordar que la vacunación en España se organizó por tramos de edad o situación sociosanitaria y el Ministerio de Sanidad iba autorizando la inoculación de la vacuna por periodos.

Por aquel entonces el medio de comunicación ya identificó que algo más de medio centenar de políticos se habían saltado la cola para vacunarse, cuando aún llegaban pocas dosis.
De este modo 37 de los 55 siguen en sus puestos, «aunque 16 de ellos han recibido algún tipo de amonestación», aclaran. De los otros 18, han dimitido 10, cinco han sido cesados y otros tres han dimitido pero parcialmente. «Es decir, han dimitido de algunas de sus funciones pero no de todas».
«En esta lista de políticos vacunados antes de tiempo se encuentran consejeros de Sanidad, alcaldes, concejales, diputados provinciales y exconcejales que en ese momento ejercían de gerentes de hospitales públicos», muestran desde Maldita.es.
Entre los que dimitieron se encuentran el ya exconsejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas (PP), el exconsejero de Sanidad de Ceuta (PP), Javier Guerrero, dos exconcejales del PNV, Eduardo Maíz y José Luis Sabas, que ejercían de directores gerentes de la OSI Bilbao Basurto y del hospital Santa Marina, en Bilbao, la coordinadora municipal de Izquierda Unida en Murcia, Alicia Martínez, que trabaja en el Servicio Murciano de Salud, y cinco cargos socialistas, entre los que se encuentra la única alcaldesa que dimitió: Esther Clavero, ahora exregidora de Molina del Segura, en Murcia.
También hay otros cinco cargos que no siguen en su puesto «aunque no por dimisión, sino porque fueron cesados». Se trata de cuatro exdirectores generales del Gobierno de la Región de Murcia y del exdirector gerente del Servicio Murciano de Salud. Todos ellos fueron cesados por el actual consejero de Sanidad, Juan José Pedreño, cuando tomó posesión tras la dimisión de Manuel Villegas.
Así continúa la retahíla de graves sucesos que aún no han sido, en su mayoría, investigados y que debieran acarrear algún tipo de infracción.
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