Ninguno de los dos policías de Linares se arrepiente de lo ocurrido
Los dos policías nacionales detenidos el viernes por agredir cuando estaban fuera de servicio a un hombre y su hija de 14 años en un bar en Linares (Jaén) están siendo investigados por «un presunto delito de lesiones agravadas por el empleo de métodos o formas peligrosas», en el que «ha mediado ensañamiento», delito castigado en el artículo 148 del Código Penal.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Linares, en funciones de guardia, ordenó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los dos agentes de la Policía Nacional.
Los dos agentes, a los que se les retiró la placa y la pistola tras ser detenidos el mismo día de la agresión, se negaron a declarar ante sus compañeros de la Policía en Linares, aunque sí lo hicieron ante el juez, por vídeoconferencia desde la Comisaría Provincial de Jaén, a donde fueron trasladados por seguridad al registrarse protestas ante los juzgados donde debían ser llevados.

La fuerza «imprescindible» en Linares
Tanto el agente como el subinspector han relatado su versión de los hechos ante el juez. Ninguno de los dos —compañeros de turno y ambos fuera de servicio durante la pelea— se arrepiente de lo ocurrido: consideran que utilizaron la fuerza «imprescindible» para reducir al civil, al que acusan de haber iniciado la pelea a las afueras del establecimiento.
Han asegurado que no iban «bebidos ni drogados» la tarde del viernes, cuando se produjo la paliza al ciudadano. Se escudan en que la víctima de la agresión es «un hombre corpulento», lo que les llevó a tener que reducirle bruscamente, y sitúan el origen de la trifulca minutos antes de abandonar el bar.

Los hechos
Los hechos tuvieron lugar el viernes sobre las siete de la tarde en la terraza de un bar de Linares cuando los dos policías fuera de servicio agredieron al hombre y su hija de 14 años, tras un pequeño encontronazo, mientras eran grabados por varios testigos que han difundido los vídeos a través de las redes sociales.
Uno de los agentes declaró ante el juez que todo se inició al chocar con la víctima cuando pretendía acudir al aseo. «Vamos uno a cero», expresa el policía. «Ten cuidado, a ver si vamos a empatar», aseguran que respondió el hombre, lo que inicia unos empujones que acabarían instantes después en paliza. «¿Qué pasa con este mierda?», preguntó el otro agente desde una mesa.
Pese a haber negado ante el juez el haberse identificado como policías, el instructor ve posibles contradicciones en su testimonio, ya que en uno de los vídeos de la agresión, uno de los dos agentes trata de evitar que otros viandantes se sumen a la pelea. «Quítate de en medio, a ver si te vamos a detener a ti también», grita.

Las consecuencias
Pese a la declaración de los dos policías señalando lo «imprescindible» de la fuerza usadaa, el hombre herido sufre lesiones en la cara, fractura en la nariz, puntos en una ceja y ayer tuvo que volver a ser ingresado en el Hospital San Agustín de Linares, por problemas en una córnea, y aunque ha vuelto a ser dado de alta temen que pueda perder visión del ojo.

La niña de 14 años, que salió en defensa de su padre, recibió varios golpes y tiene una fisura en un brazo y un ojo hinchado por un puñetazo.
Ambos acusados serán trasladados desde la prisión de Jaén II hasta un módulo especial para fuerzas de seguridad, ubicado en Sevilla, para evitar que en la cárcel de la capital jienense, ambos reos puedan sufrir una agresión por parte de otros internos.
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