Pepe Viyuela ha concedido una entrevista referente a Un viaje hacia nosotros, un documental que narra la investigación tras el rastro de su abuelo Gervasio en Nueva Revolución.
Recientemente se ha puesto sobre la palestra un documental protagonizado por el reconocido actor Pepe Viyuela, Un viaje hacia nosotros, que relata un recorrido tras el rastro de su abuelo Gervasio, quien perteneció al ejército republicano durante la guerra civil española.
Al respecto Viyuela ha sido extensamente entrevistado en el medio digital Nueva Revolución, donde no se ha mordido la lengua sobre sus consideraciones respectivas al ultraderechismo o el fascismo actualmente.

El actor expone que la «curiosidad» para poner en marcha este camino está «en el deseo de saber cosas de mi abuelo, que murió once años antes de nacer yo, con lo cual no tuve ningún contacto directo con él, pero de quién me seguían llegando informaciones a través de la familia, referencias, comentarios, acerca de lo que había supuesto para ellos como para otra gente que lo conocía menos, pero que siempre me hablaban muy bien de él», refleja poniendo palabras a lo ocurrido en el seno de tantas familias.
Pero Viyuela no termina ahí, sino que, según el actor, «tiene que ver con el hecho de intentar relacionar el pasado con el presente, y hechos concretos, individuales, con generalidades muy extendidas hoy en el mundo».
Esto no ha sucedido en muchos casos y por ello considera que «durante muchos años nos han dicho que no había que volver a abrir heridas, que había que dejar a los muertos en paz, aunque estuvieran enterrados en las cunetas, que había que olvidar, y, de algún modo, ese pacto de silencio que se fraguó en la Transición, nos ha llevado a tener al fascismo otra vez ocupando nuestras calles y nuestras instituciones».
Pese a que cree que «hoy en día, ser fascista, o ser ultraderechista, en muchos casos, tiene que ver con la ignorancia, tiene que ver con la falta de conocimiento mínimo de lo que han sido este tipo de ideologías muy recientemente, porque hace muy poquito tiempo que han pasado por aquí y parecían, en un momento determinado, haber pasado a la historia, para siempre, pero ahora mismo ya ocupan escaños en los parlamentos, y empiezan a ser muy amenazantes para la convivencia, y para el sentimiento democrático que yo creo que es el que realmente nos ayuda a construir sociedades».
Se fragua así en las palabras de Viyuela en la entrevista en una advertencia tácita frente a ideologías que buscan «destruir la convivencia, estimular el odio irracional, absoluto, y por eso digo que la ceguera, o la ignorancia, de aquellos que hoy en día se califican, o no les importa ser calificados, de ultraderechistas, tiene mucho que ver con eso, con una falta de conocimiento, y yo diría que con una estupidez supina».
Related posts
Los 32.000 hombres que hicieron del cuerpo de sus parejas un escaparate de violencia digital
El patriarcado sigue reinventando sus cloacas en las redes: ahora en Facebook, mañana en Telegram.
Papá legisla, los hijos se enriquecen
Cuando el poder político se confunde con el beneficio privado, la democracia se convierte en un cajero automático familiar.
De cuando la ONU reconoció el hambre como crimen y Estados Unidos e Israel dijeron no
En 2021, 186 países votaron a favor de reconocer el derecho humano a la alimentación. Solo dos se opusieron: los mismos que hoy justifican bloqueos y genocidios.
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.