Patatas podridas, aceite en mal estado y chorizo con listeria son solo algunos ejemplos de las quejas de trabajadores y familiares de residentes.
La situación en residencias de mayores gestionadas por la Comunidad de Madrid sigue siendo preocupante. El sindicato CSIT Unión Profesional denuncia la persistencia de problemas en la calidad de los alimentos suministrados por el proveedor FEMAR, incluso después de cambiar la dirección en algunas residencias. Este artículo analiza el problema y expone las posibles soluciones a este conflicto que afecta a las personas mayores y discapacitadas.
Calidad deficiente de alimentos: un problema recurrente
El sindicato CSIT Unión Profesional y otras organizaciones han denunciado en múltiples ocasiones la mala calidad de los alimentos servidos en las residencias de mayores y menores gestionadas por la Agencia Madrileña de Atención Social. Patatas podridas, aceite en mal estado y chorizo con listeria son solo algunos ejemplos de las quejas de trabajadores y familiares de residentes.
A pesar de las denuncias, el problema persiste en residencias como la Francisco de Vitoria y la de Arganda del Rey. Los trabajadores y representantes sindicales afirman que la plataforma FEMAR, encargada de suministrar los alimentos, muestra una falta de empatía hacia las personas mayores y dependientes.
Consecuencias para los residentes y empleados
La situación es especialmente preocupante para las personas mayores y discapacitadas que residen en estos centros. Estos residentes son especialmente vulnerables y dependen de la calidad de los alimentos que se les proporciona. Cuando los alimentos suministrados están en mal estado, los empleados de los centros se ven obligados a cambiar el plan de menús establecido y elaborar uno nuevo con los productos disponibles. Este enfoque no es recomendable, ya que los residentes deben tener garantizadas dietas adecuadas y adaptadas por los departamentos de cocina y servicios médicos.
¿Qué soluciones se proponen?
A pesar de las quejas y denuncias, la solución al problema parece lejos de materializarse. En octubre, sindicatos y trabajadores reclamaron ante la gerencia, que prometió realizar una auditoría y poner el asunto en conocimiento de los directores de los centros. Sin embargo, seis meses después, todo sigue igual.
Javier González, secretario del área de servicios sociales del sindicato CSIT Unión Profesional, sugiere que la solución al problema sería cesar a la plataforma FEMAR y encontrar otro proveedor que garantice la calidad de los alimentos. González señala que este es un problema estructural, no un caso aislado, y afecta a todas las residencias públicas de mayores a las que suministra FEMAR.
Cambios insuficientes en la dirección
A finales de marzo, el gobierno de Ayuso aprobó el cambio en la dirección de la residencia Francisco de Vitoria, que también tenía denuncias por la mala gestión de la comida, entre otros problemas. Sin embargo, para González, este cambio no es suficiente. «Han cambiado a uno por otro, pero claro, el problema persiste. Lo único que han hecho es llevar a otra persona para aplacar, pero el proveedor sigue siendo el mismo y se van a encontrar con los mismos problemas», afirma.
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