Pablo Iglesias ha participado en el debate sobre el envío de armas a Ucrania.
Pablo Iglesias, en el programa de La Base, ha reflexionado sobre el debate sobre el papel que debe jugar España en la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.
«¿Debe España, como otros países europeos, enviar directamente armas al Gobierno ucraniano? ¿Sí o no?», se cuestionaba.

«Pedro Sánchez, después de 48 horas de dudas y de presión mediática, ha dicho hoy finalmente que sí. Y hay quien dice, incluso desde la izquierda, que históricamente estuvo contra la guerra, que Ucrania tiene derecho a defenderse y que, por lo tanto, debemos enviarles armas para que se defiendan de Rusia. Lo han dicho, incluso amigos míos y no me negarán que suene razonable. Estoy seguro de que a muchos seguidores de La Base les puede incluso parecer razonable», comenzaba diciendo.
«Pero escúchenme esto, tengo amigos militares, algunos con experiencia de guerra. Les he preguntado sobre el envío de armas y todos me dicen que no parece probable que el envío de material militar ofensivo puede alterar la correlación de fuerzas entre Ucrania y Rusia. La superioridad militar de Rusia es tan abrumadora y, aunque es verdad que la voluntad de resistencia de amplios sectores de la población ucraniana podría ser un factor, difícilmente podría ser suficiente para superar al Ejército ruso», continuaba.
«Algunos me dicen incluso que no sería deseable, que todo ese material enviado con las mejores intenciones acabará al final en manos de Putin».
«He preguntado después qué habría que hacer para frenar militarmente a Putin. Todos lo tienen claro, una coalición de países de la OTAN, liderada por Estados Unidos sería abrumadoramente superior a las fuerzas rusas. Este es el debate, entonces, ¿debería participar España en una coalición militar liderada por Estados Unidos para derrotar a Putin en el campo de batalla? Ojo, si la mayoría del Parlamento está de acuerdo con ir a la guerra sería legítimo hacerlo».
«Incluso hay diputados a la izquierda del PSOE que lo ven claro y defienden que vayamos a la guerra, pero entonces digamos a la gente la verdad. ¿Quién dice que el ‘no a la guerra’ es muy cómodo? ¿Yo creo que lo cómodo es el ‘sí a la guerra’, pero desde el sillón o desde Twitter es desde donde estamos dispuestos a ir a la guerra con Rusia».
«¿Estamos dispuestos a que cadáveres de jóvenes militares españoles vuelvan en cajas de madera? Eso sí, bien envueltos en la bandera y con 800 medallas a título póstumo. ¿Estamos dispuestos a asumir los riesgos de la internacionalización del conflicto se quedarían dos potencias nucleares como China e India de brazos cruzados si tropas de la OTAN entran en Ucrania a combatir contra el Ejército ruso? Ese y no otro es el debate».
«Dicen que los pacifistas somos unos cobardes y que es muy cómodo decir ‘no a la guerra’. Yo lo que creo es que los mayores cobardes son los que se llenan de ardor guerrero en las tribunas parlamentarias, en artículos de opinión, en las tertulias y en Twitter, pero que jamás empuñarían un arma, ni se jugaría, en la vida en un campo de batalla».
«Dicen que los que apuestan por las vías diplomáticas, la desescalada y el diálogo, son unos mierdas. Dicen que los que explican que esta guerra va del control del mercado internacional del gas son unos cobardes, que los que dicen que la geopolítica nunca ha tenido que ver con la democracia sino con intereses de Estado son unos ingenuos y unos miedosos. Eso dicen, sí».
«Pues mira, yo creo que en estos momentos los valientes son los que dicen que no se acabará con la guerra profundizando en ella y que hay que defender la desescalada frente a la espiral belicista. Y son valientes porque al igual que en otros períodos históricos les van a despellejar también algunos de los suyos, que una vez más demuestran poca resistencia a la presión mediática, la altura y la decencia política», concluye.
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