En Tik Tok se ha puesto de moda el extorsionar a repartidores de Amazon.
Extorsionar a los trabajadores de Amazon para que bailen y subirlo a TikTok, se ha convertido en tendencia.
Esto es posible debido a la política de empresa que prima las valoraciones de los usuarios, algo que ante la precariedad hace, incluso, depender de ello el salario.
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♬ That’s Not My Name – The Ting Tings
«Los usuarios saben que de su valoración, positiva o negativa, depende enormemente que el trabajador se juegue, nunca mejor dicho, su trabajo. Y se están aprovechando de ello de la peor forma», explican desde Hipertextual.

Kari Paul, una periodista de The Guardian, se ha hecho eco de una curiosa y lamentable tendencia que están empezando a experimentar muchos repartidores de Amazon. Los compradores piden a los repartidores, vía App o con un cartel en la puerta, que bailen o hagan ciertas acciones para grabarlo y subirlo a redes como TikTok.
Si el repartidor no hace caso de estas exigencias, se lleva una mala valoración en el servicio, y «puede desde ver reducido su sueldo hasta perder el empleo. Razón, por la cual, muchos de ellos acceden a ser rehenes de sus usuarios».
Ante esto se ha expuesto la permisividad de Amazon, incluso, promocionando este contenido a través de sus redes sociales.
Un usuario de Reddit compartió una anécdota a un subreddit para conductores de entrega de Amazon que se tituló: «Cuando comprar cosas en línea te da un complejo de Dios». En una foto tomada de la pantalla de un teléfono, un mensaje de un presunto cliente dice: «¿Podría decir ‘gracias por mantenerme empleado?’ a la cámara ring, por favor y gracias».
«Los daños causados por esta vigilancia corporativa generalizada y no regulada representan una amenaza directa para el público en general, especialmente para las personas negras y marrones que con mayor frecuencia se criminalizan mediante vigilancia», se lee en la carta abierta que fue emitida por los grupos a la FTC. «Dados estos peligros, estamos pidiendo a la FTC que use su autoridad normativa para prohibir el uso corporativo de la tecnología de vigilancia facial, prohibir la vigilancia continua en lugares de alojamiento público y detener el abuso de datos en toda la industria».
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