Los medios, en un principio, desvelaban que el enlace en el caso fue Carlos Martínez-Almeida Morales, primo hermano del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
Sin embargo, ahora, Luis Medina asegura que el contacto no fue directo con la familia del alcalde, pero que indirectamente estaba relacionado con el hermano de Almeida.
De este modo, se concluye que los dos empresarios españoles, Luis Medina y Alberto Luceño, se pusieron en contacto con un enlace, cercano al hermano de Almeida, que les facilitó a su vez el contacto clave para alcanzar el bochornoso contrato millonario de las mascarillas.

En lo peor de la pandemia, cuando la gente se estaba muriendo por cientos, Luis Medina y Alberto Luceño Cerón inflaron el precio de material sanitario para cobrar comisiones millonarias del Ayuntamiento de Madrid.
Las negociaciones se llevaron a cabo entre esta persona y Alberto Luceño, quien se presentó como “experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación”.
Estos dos empresarios vendieron al Ayuntamiento de Madrid “un millón de mascarillas KN95 por 6.600.000 dólares, cuando el precio real era de 2.600.000. Así que inflaron artificialmente el precio en 4.000.000 de dólares. Un 148% del precio real del producto. Pero es que con los test, le metieron una comisión del 71%. Y con los guantes se adjudicaron una comisión del 81%”», explicaba Aimar Bretos a raíz de la exposición de la Fiscalía Anticiorrupción.
Resulta que, además, una gran mayoría de estos no pasaban los test de fiabilidad, dice la fiscalía.
El dinero ganado por ambos empresarios, se lo gastaron precisamente en una docena de coches de alta gama, relojes, un yate, un chalet… Todo con dinero público.
El País advierte que «con el dinero recibido desde Malasia e ingresado en su cuenta personal, el empresario Luceño costeó el pago de una vivienda en Pozuelo por 1,1 millones de euros y productos y servicios de lujo, entre ellos un Ferrari 812 Superfast de 355.000 euros, un Lamborghini Huracan Evo Spider por 299.999 euros, un Aston Martin DB11 de 160.000 euros, una estancia de una semana en un hotel de lujo de Marbella por 60.000 euros y un reloj de oro rojo de 26.000 euros. Por su parte, Medina invirtió su comisión en bonos y en la compra de un yate modelo Eagle 44, llamado Feria, por cuya adquisición pagó 325.515 euros».
“Son unos hechos gravísimos”, considera Rita Maestre, portavoz de Más Madrid. “Amigos y familiares del PP se dedicaron a saquear las instituciones y el dinero público durante lo peor de la pandemia. Hemos conocido que un familiar de Almeida estaba implicado. Fue un primo. Se han gastado seis millones de euros en coches y yates. Son unos hechos muy graves y Almeida no puede seguir escondiéndose”.
El PSOE, por su parte, exige más explicaciones. “Si lo que ha salido hoy es cierto es injustificable”, cuenta por teléfono su portavoz, Mar Espinar. “Empieza mal, muy mal el PP de Feijóo, si no pone en funcionamiento todos los mecanismos del partido para esclarecer lo que está pasando en el Ayuntamiento de Madrid”
El Grupo Mixto habla ya de una moción de censura. “No sorprende a nadie”, sentencia el portavoz, José Manuel Calvo. “Este es el uso que hace el PP cada vez que gobierna.
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