«Señor Simancas, ¿me está mirando? … Si fuera otro tipo de mujer, por esa mirada les podría denunciar por acoso y violación», polemizó la ultra.
Carla Toscano, diputada del partido de extrema derecha Vox, ha lucido este jueves en la tribuna del Congreso una camiseta en la que podía leerse: «Not me too», mostrando de esta manera su oposición al movimiento feminista contra el acoso sexual. Esta falta de respeto contra un movimiento por los derechos de las mujeres de talla internacional se ha realizado durante el debate sobre la ley que promueve el Gobierno para proteger a las víctimas de la violencia machista.
Toscano se posicionaba tras la intervención de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que lanzó un mensaje de apoyo incondicional a las víctimas de acoso sexual: “Este Gobierno, este Estado os cree, y esta ley es solamente el comienzo. El futuro es feminista, solo sí es sí”.
«Me Too» es el nombre de un movimiento iniciado de forma viral como hashtag en las redes sociales. Surgió en octubre de 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual, que surgió a raíz de las múltiples acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein.
La frase, utilizada durante mucho tiempo en este sentido por la activista social Tarana Burke, fue popularizada por la actriz Alyssa Milano, quien animó a las mujeres a tuitear sus experiencias para demostrar la naturaleza extendida del comportamiento misógino. Desde entonces el hashtag ha sido utilizado por más de 500 000 personas.

El hashtag se extendió en al menos 85 países para animar a compartir en las redes sociales los nombres de sus abusadores. El Parlamento Europeo celebró una sesión directamente en respuesta a la campaña Me Too, tras la que aumentaron las denuncias de abuso en el Parlamento y en las oficinas de la Unión Europea en Bruselas.
Cecilia Malmström, la Comisaria Europea para el Comercio, específicamente citó el hashtag como la razón de la reunión que se había celebrado. En el Reino Unido, la Oficina del Gobierno ha lanzado una investigación ante la denuncia de que el miembro del Parlamento Mark Garnier (en) ordenó a una secretaria comprar juguetes sexuales para su mujer y amante.
En español el hashtag que se utilizó fue «#YoTambién». El 25 de octubre varias actrices españolas reconocieron en un reportaje la existencia de acoso sexual en el cine español, entre ellas Maru Valdivieso, Aitana Sánchez-Gijón, Carla Hidalgo y Ana Gracia. También explicaron casos sufridos de acoso la actriz, guionista y directora de cine Leticia Dolera y Bárbara Rey.
Una falta de respeto
La ultra Toscano ha mirado a varios diputados, a los que se ha dirigido personalmente: “Señor Simancas, ¿me está mirando? ¿Señor Guijarro? Es que a lo mejor no me gusta cómo me miran. Si fuera otro tipo de mujer, por esa mirada les podría denunciar por acoso y violación y habría que creerme porque soy mujer, porque yo lo valgo”.
Sin miramientos, acusa a los defensores de la ley de «querer dinamitar el amor». «¿Qué proponen a los hombres en caso de que una mujer les acuse en falso sin pruebas? ¿Será preceptivo tener testigos durante el acto sexual? ¿Habrá que decir sí todo el tiempo que dure el acto?».
«La felicidad y la plenitud en el amor se expresa en dos aptitudes: la entrega y la acogida mutuas, que sacian el deseo de todo ser humano de amar y ser amados», ha afirmado la diputada.
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