Madrid se ha convertido en la ciudad de la fiesta en plena pandemia.
San Patricio en Madrid y la madrileños hartos. Los vecinos denuncian las continuas fiestas ilegales que viven cada día en sus calles y portales a pesar de la pandemia. El problema reside en los pisos turísticos, contratado sin control a través de aplicaciones digitales, en los que se reúnen para realizar fiestas y salen a las calles de la capital a continuarla.
En los barrios más concurridos de Madrid se puede ver a turistas extranjeros sin mascarilla o con ella bajada que se agolpan a las puertas de los bares sin guardar ningún tipo de distancia de seguridad. Cuando se acerca la hora del toque de queda, la fiesta se traslada a los edificios, sin que la Comunidad de Madrid ni el ayuntamiento tomen medidas.
Según una de las vecinas a La Sexta, «entre semana se quedan justo hasta la hora del toque de queda, y después se quedan por la calle. Los fines de semana un poco más tarde». «Siguen en los locales, porque se oyen bajar los cierres a las 2:00 o las 3:00 horas. Los fines de semana esto es horrible», ha aseverado otro residente al canal.
Varias asociaciones del centro de Madrid han presentado una denuncia contra más de 30 pisos turísticos por las fiestas ilegales para evitar que Madrid se convierta en la capital del desmadre. Un hecho del que responsabilizan al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid. «Vamos camino de convertirnos en una ciudad como Magaluf», lamenta Víctor Rey, de la Asociación Vecinal del Barrio de las Letras.
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