El propio fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, fue acusado por ocho miembros de la congregación de abusos
Este lunes, los Legionarios de Cristo han hecho público los nombres de los sacerdotes acusados de abuso sexual a menores dentro de la congregación. En los documentos emitidos, la orden religiosa ha detallado los casos de pedofilia que registraron desde su fundación en 1941 hasta la actualidad.
Según el Informe 1941-2019, 33 sacerdotes habían sido denunciados por abusar de menores y se llegó a las siguientes conclusiones: en dos de los casos no se ha podido confirmar que se trató de un abuso sexual de una persona menor de edad; en uno de los casos, referido a un sacerdote fallecido, la persona que en su momento había informado, aclaró, después de la publicación del Informe 1941-2019, que no se había tratado de un abuso sexual; hay tres casos cuya investigación no se ha concluido: los tres actores ya no son miembros de la Congregación. Uno está bajo investigación policial, los otros dos, uno vivo y otro fallecido, están bajo verificación interna; los restantes 27 casos constan por admisión, un juicio civil, un procedimiento canónico avalado por la Congregación para la Doctrina de la Fe o una declaración del superior mayor competente; de estos sacerdotes, 16 siguen en la Congregación (uno de los cuales ha sido removido del estado clerical), cuatro han fallecido, seis han dejado el sacerdocio y la Congregación, uno ha dejado la Congregación y de los 16 que siguen en la Congregación, 15 no tienen ministerio sacerdotal público; uno tiene ministerio restringido que excluye pastoral con menores (colegios, grupos juveniles, etc.).
Tras el Informe 1941-2019, en 2020 han surgido siete nuevas denuncias por presuntos abusos a menores acusando a sacerdotes y que se refieren a presuntos hechos sucedidos entre 1970 y 2020.
Uno de los casos, que se refiere a un sacerdote fallecido, no ha podido ser sustanciado por falta de información y se cerró la investigación; otra denuncia fue sometida a una investigación profesional externa cuyo resultado, a su vez, fue examinado por un comité de revisión. Las acusaciones no fueron sustanciadas; otras cuatro denuncias están todavía en fase de investigación previa canónica, observando también las leyes civiles y el caso de otro sacerdote está en espera de las indicaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre un eventual proceso canónico. No tiene ministerio sacerdotal público.
Por tanto, a fecha 22 de marzo de 2021, la cifra total de sacerdotes legionarios de Cristo de los que consta que han cometido abuso sexual contra una persona menor de 18 años es de 27.
De todas las acusaciones de abuso sexual, 17 se registraron en México, ocho en Estados Unidos, seis en España, cuatro en Brasil, dos en Italia, dos en Chile y otras dos en la región andina (Colombia y Venezuela). Algunos sacerdotes incluso acumularon denuncias en varios territorios. Es el caso del mexicano Vladimir Reséndiz, condenado a seis años y medio de prisión por abusar de varones menores en un seminario en el norte de Italia y que fue denunciado también por una persona en Venezuela.
La información publicada sobre España da cuenta de seis casos de abuso de menores desde 1941 hasta la actualidad. Excepto Marcial Maciel, los nombres de los otros cinco sacerdotes han sido ocultados por “razones legales” propias de la legislación vigente en materia de protección de datos, ha justificado la congregación.
Marcial Maciel el pederasta
En 1997, a través de una carta abierta al papa Juan Pablo II, ocho exmiembros de la Legión de Cristo acusaron a Maciel de haber abusado sexualmente de ellos y de que ni la congregación ni otros miembros de la jerarquía católica les habían atendido hasta el momento.
Siete largos años después de enviar la carta, Maciel dejó la dirección de la Legión de Cristo en 2004. Tiempo después Joseph Ratzinger, el futuro Papa, permitió continuar la investigación canónica contra él por acusaciones de abuso sexual contra niños, así como hacia sus compañeros. En 2005, Ratzinger encargó a Charles Scicluna, entonces promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que recogiera los testimonios de abuso sexual cometidos por Maciel.
Sin embargo, en 2006, cuando Ratzinger ya era papa, anunció el cierre de la investigación sobre Maciel debido a su avanzada edad y quebrantada salud, ordenándole el retiro del sacerdocio público para consagrarse a una vida de «oración y penitencia». La Santa Sede no dio detalles, pero el semanario dijo que la orden afectaba a la actividad pública de Maciel, incluida su capacidad para celebrar misas públicas o dar conferencias, presentaciones públicas o entrevistas. Dos años después, Maciel moría sin ser juzgado.
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