16 Abr 2024
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

«Es un partido autoritario». La portavoz de Vox en Bormujos deja el partido y se casa con una mujer migrante 

Cariciolo pidió la palabra para anunciar oficialmente que había abandonado la militancia en Vox, pero no le dejaron acabar el discurso.

La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Bormujos (Sevilla), Carmen Cariciolo, ha anunciado que deja el partido, al que acusa de “autoritario” y amparar a cargos que vienen “de la ultraderecha”.

A la finalización de la sesión plenaria de anoche, Cariciolo pidió la palabra para anunciar oficialmente que había abandonado la militancia en Vox, aunque mantendrá su acta de concejala, por entender que “no pertenece a Vox, sino a los vecinos, que siguen confiando en mí”.

Tampoco ha ayudado, según afirma, que anunciase hace algo más de un mes que se casará con una inmigrante venezolana. Incluso, en este punto sostiene que en Vox le obligaron a conceder entrevistas citando que tenía el apoyo de su partido en esta decisión, pero que, los apoyos se tornaron presiones.

No pudo terminar su discurso porque algunos concejales protestaron al entender que iba contra el reglamento del Pleno seguir interviniendo una vez levantada la sesión, aunque lo que ella planteaba era para que los demás concejales conociesen sus razones. No pudo ser.

Vox

«Vox, un partido autoritario»

Grabó después un vídeo en su casa para exponer sus razones en el que exponía que Vox «es un partido autoritario que no me representa», al que comenzó a pertenecer porque creía en «unos principios y valores que se han visto mermados».

La relación de Cariciolo con Vox ya se había deteriorado sensiblemente desde que el pasado verano denunció a su compañero de bancada, Miguel Ángel Pereda, por presuntas irregularidades en el uso de la tarjeta de crédito de la agrupación municipal, denuncia que fue archivada por la dirección de Vox y «perdonada» cuando devolvió el dinero.

Sobre esto, afirma en el vídeo que se había sentido en indefensión en este caso y que ha presentado dos denuncias por acoso añadida a la del uso de la tarjeta.

«Abascal critica los enchufes, pero tenemos asesores en la Diputación -me hicieron contratar uno en el Ayuntamiento- todo a dedo. Nos obligan a presentar mociones sin sentido, como la del Holocausto, dejando en el tintero los verdaderos problemas de los bormujeros», asegura.