20 Nov 2025

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¿En qué banco te conceden una hipoteca de 600.000 € mientras estás investigado por fraude fiscal?
POLÍTICA ESTATAL

¿En qué banco te conceden una hipoteca de 600.000 € mientras estás investigado por fraude fiscal? 

Una operación inmobiliaria que desnuda el régimen Ayuso

La historia es conocida, pero cada nuevo capítulo añade un matiz más crudo al retrato del poder madrileño. Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, ha comprado el ático donde ambos viven. Un ático de más de 158 metros cuadrados, dos plazas de garaje y un precio que supera holgadamente el millón de euros. Un ático cuyo alquiler ascendía a 5.000 euros al mes. Un ático que fue adquirido previamente por un asesor de Amador como quien rescata un capricho. Un ático que, como casi todo lo que rodea a la presidenta madrileña, viene acompañado de silencios, favores y relatos cambiantes.

No es solo una compra. Es la pieza que completa un puzle de dos viviendas, 360 metros cuadrados en Chamberí, una de las zonas más caras de Madrid, donde el mercado no baja de los tres millones por inmuebles similares. Y es también un recordatorio de que el poder, cuando se mezcla con negocios, siempre deja una sombra incómoda. Una sombra que se extiende desde 2022, cuando Amador adquirió el piso de abajo después de cometer un presunto fraude fiscal de más de 350.000 euros. Una sombra que crece mientras él se prepara para sentarse en el banquillo, investigado además por un presunto soborno a un directivo de Quirón.

LA OPERACIÓN QUE NUNCA TERMINA DE EXPLICARSE

Listemos los hechos, sin adornos, como los enumerarían las y los inspectores de Hacienda, las y los jueces o las periodistas y los periodistas que llevan años siguiendo este caso.

El ático que ahora compra Amador lo adquirió en julio de 2023 una sociedad de León llamada Babia Capital SL, propiedad del economista que asesoró al novio de Ayuso durante la investigación de Hacienda. Ese economista, Javier Luis Gómez Fidalgo, reconoció que compró el ático en lo que describe como un “favor”. No un negocio. No una inversión. Un favor.
Un asesor fiscal comprando un ático para su cliente investigado.
Un favor inmobiliario entre quienes manejan información sensible y quienes están siendo investigados.
Esa es la fotografía que merece detenerse en silencio.

En una reunión navideña de 2022, Amador expresó su “disgusto” por no poder comprar el ático que tanto deseaba. Y entonces llegó la frase que ya forma parte de la arqueología política del ayusismo:
“¿Te importa o te complica que meta la nariz?”
La historia continúa con visitas al inmueble, préstamos formalizados en junio de 2023, una compraventa registrada el 21 de julio, un alquiler a 5.000 euros, una opción de compra y un relato que se sostiene en papel, sí, pero que no despeja la sensación de privilegio, cercanía y trato de favor.

El propio entorno de Fidalgo admite que accedieron al ático en una compra difícil, con múltiples herederos y negociaciones delicadas. Un entramado que pocos ciudadanos de a pie podrían activar. Pero que aquí funcionó con precisión quirúrgica.

AYUSO, EL LUJO Y EL DESPRECIO HACIA QUIEN PREGUNTA

En abril de 2024, una periodista preguntó a Ayuso sobre el ático. La presidenta respondió con burla:
“¿De lujo? Hay que morirse de la risa con ustedes.”
Lo dijo mientras disfrutaba junto a su pareja de dos viviendas que suman 360 metros cuadrados en el distrito más caro de Madrid. Lo dijo mientras su novio se enfrentaba a una causa por fraude fiscal, otra por soborno, y mientras aparecían ante la jueza opciones de compra, contratos y operaciones inmobiliarias opacas.

Ayuso ha perfeccionado una estrategia: descalificar a quien pregunta. Convertir la sospecha en ridículo. Fabricar la idea de que todo es un ataque político.
Pero no se trata de política. Se trata de ética pública.
Se trata de cómo se mueve el dinero alrededor del poder. De quién compra qué, cuándo, por qué y a través de quién.

Porque la pregunta es sencilla:
¿Cuántas ciudadanas y ciudadanos —funcionarias, sanitarios, cajeras, profesores, camareros, albañiles— pueden alquilar un ático de 5.000 euros al mes mientras declaran ante una jueza por fraude fiscal?
El caso Amador no es solo un caso personal. Es una ventana a una forma de gobernar basada en la impunidad emocional. En el desprecio hacia la transparencia. En la convicción de que ningún periodista, ninguna oposición, ningún hecho podrá hacer mella.

Este jueves, en la Asamblea de Madrid, Ayuso deberá afrontar preguntas.
Pero ella juega en otra liga. En la liga donde los favores se convierten en oportunidades, donde los asesores compran áticos, donde el lujo se niega mientras se habita, donde el poder no explica. Solo exige confianza ciega.

Y esa es la grieta por la que entra la luz.

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