El partido de Pablo Casado vuelve a ser condenado, en esta ocasión por pagar la reforma de la sede del PP de la calle Génova de Madrid con dinero de la caja b del partido.
El Partido Popular (PP) fue condenado en 2018 por corrupción en la sentencia del caso Gürtel. Una sentencia de 1.700 folios que detalla un auténtico sistema de corrupción institucional, malversación y blanqueo de capitales.
La Audiencia Nacional considera probada la existencia de una «caja negra», de una contabilidad paralela del partido en el gobierno, al menos desde 1989, de la que Bárcenas era el responsable. El macroproceso llevó al juicio como testigo a Mariano Rajoy, el expresidente el Gobierno
En la que fue la primera condena por corrupción a un partido político en España, el Partido Popular tuvo que pagar más de 245.000 euros por beneficiarse de la trama a título lucrativo.

Reincidente
Tres años después, la Audiencia Nacional condena por segunda vez al Partido Popular al sentenciar que la reforma de la sede del PP de la calle Génova de Madrid se pagó con dinero de la caja b del partido. De la misma forma, condena al extesorero Luis Bárcenas a dos años de cárcel y al PP como responsable civil subsidiario.
La Audiencia juzgaba si el Partido Popular pagó con 1,5 millones en negro la reforma de su sede entre los años 2006 y 2010, y si escamoteó los impuestos correspondientes a la Hacienda Pública.
El partido depositó 1,2 millones en la cuenta de consignaciones del juzgado para evitar su embargo, como responsable civil por los posibles delitos cometidos por el extesorero Bárcenas, el exgerente Páez o el arquitecto que la reformó, Gonzalo Urquijo.
Los populares anunciaron que cambiarían de sede nacional del partido para «no seguir en un edificio cuya reforma se está investigando en los tribunales», según dijo el propio presidente del PP, Pablo Casado. «Hay que dejar de preocuparnos por nuestro pasado», dijo Casado. «No podemos seguir pagando facturas de cuestiones que ni conocemos».
Related posts
Rima Hassan y Thiago Ávila: las voces incómodas que Israel quiere silenciar con chinches y aislamiento
El Estado israelí convierte en rehenes a quienes se atreven a denunciar su genocidio. Europa y Brasil miran hacia otro lado.
No Kings: mientras Trump pasea sus tanques, el pueblo responde desde la calle
Más de 1.800 protestas se preparan en todo Estados Unidos contra la deriva autoritaria y militarista de Trump, que pretende gobernar como un rey rodeado de soldados y represión.
Elon Musk se inventa un nuevo partido para hacerse con el poder real en EE.UU.
The America Party: el último juguete del multimillonario para seguir manejando gobiernos desde su trono privado
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos