12 Oct 2024

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La casta libertaria: un diputado de Milei coloca en puestos públicos a su padre, a su novia y a 14 amigos
DESTACADA, INTERNACIONAL

La casta libertaria: un diputado de Milei coloca en puestos públicos a su padre, a su novia y a 14 amigos 

La nueva casta no solo reproduce los vicios del poder, sino que los moderniza con estrategias de manipulación digital”.

El caso de Agustín Romo, diputado bonaerense de La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente de Argentina Javier Milei, ha encendido la indignación en la política argentina. Mientras las y los ciudadanos lidian con una crisis económica y social cada vez más profunda, una nueva trama de favoritismo emerge entre quienes prometieron “destruir a la casta”. La noticia de que Romo ha colocado a familiares y amigos cercanos en puestos clave dentro de Trenes Argentinos es un claro recordatorio de que, independientemente del color político, el poder sigue siendo utilizado en beneficio de unos pocos, mientras la mayoría continúa soportando las consecuencias.

Las denuncias realizadas por el periodista Eduardo Feinmann y recogidas por El Esquiú destaparon una red de influencias que involucra al padre de Romo, Carlos Romo, su pareja Valentina Lazbal, y varios amigos cercanos, todos con contratos millonarios en una empresa estatal. Estas prácticas, que supuestamente iban a ser desterradas por el movimiento libertario, muestran que la promesa de eliminar la casta no era más que un espejismo electoral.

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LA EVIDENCIA DEL NEPOTISMO Y EL CLIENTELISMO

El ascenso político de Agustín Romo no es producto de un proyecto o de una gestión sólida; es, más bien, el reflejo de un aparato clientelista bien aceitado que encuentra su sustento en los recursos del Estado. Los contratos que Romo ha asegurado para su círculo cercano no solo son inmorales, sino que además constituyen una burla directa a los y las votantes que confiaron en el discurso libertario de renovación política. Romo y sus colegas han demostrado que, en lugar de combatir la corrupción y el nepotismo, lo están perpetuando bajo una bandera de falsa pureza ideológica.

El problema no es solo la colocación de sus familiares y amigos en posiciones privilegiadas, sino el contexto en el que ocurre. En medio de una crisis económica que ha precarizado aún más los servicios públicos, incluidos los ferrocarriles, el uso de la empresa estatal como caja de financiamiento político personal es inaceptable. Romo no solo ha traicionado a su electorado, sino que ha reforzado el círculo vicioso de la política argentina en el que los recursos públicos se desvían para sostener los intereses privados de quienes ostentan el poder.

Además, las denuncias no terminan ahí. Oscar Zago, exlíder del bloque libertario, ha relatado cómo fue objeto de una campaña de trolls en redes sociales orquestada por Romo, lo que demuestra que la nueva casta libertaria no solo reproduce los vicios del poder, sino que los moderniza con estrategias de manipulación digital. El uso de trolls para atacar a opositores internos y externos muestra hasta qué punto están dispuestos a llegar para consolidar su poder.

UNA FARSA LLAMADA LIBERTAD

Los libertarios han construido su discurso político sobre la promesa de liberar al país de la “casta”. Sin embargo, el caso de Romo deja claro que, lejos de ser un grupo de outsiders dispuestos a cambiar las reglas del juego, simplemente están jugando el mismo juego con un nuevo disfraz. La colocación de familiares y amigos en el aparato estatal no solo es un acto de corrupción, sino una traición al ideal de meritocracia que tanto pregonan. Mientras se llenan la boca hablando de libertad, las y los argentinos ven cómo se consolida una nueva oligarquía, tan sedienta de poder como las anteriores.

Feinmann ha sido uno de los principales críticos de esta situación, acusando a Romo de formar parte de lo que denomina “los LiberCámpora”, en alusión a la agrupación kirchnerista a la que tanto atacan los libertarios. El paralelismo es revelador: Romo y sus compañeros han replicado las prácticas de aquellos a quienes dicen combatir, utilizando al Estado como vehículo para sostener sus estructuras políticas.

El enfrentamiento entre Romo y Zago no es más que otro capítulo en esta novela de traiciones y maniobras internas. La política de trolls que Zago denunció muestra que, además de ser parte de la casta, los libertarios no dudan en usar métodos sucios para consolidar su poder. En lugar de debatir ideas o proponer soluciones, optan por el ataque personal y la manipulación de la opinión pública.

¿Dónde queda la libertad en este panorama? En ninguna parte. Lo que vemos es la perpetuación de una estructura de poder que utiliza al Estado para proteger a sus propios miembros, mientras deja a la ciudadanía abandonada y sin respuestas. No hay libertad cuando quienes deberían representar al pueblo solo representan a sus familiares, amigos y colegas de partido.

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