Un centro especial de empleo de Cabanillas del Campo (Guadalajara) se ha visto obligada a suspender de forma temporal el horario de trabajo de tarde de sus empleados.
Inspección de Trabajo ha requerido la suspensión de trabajo de una nave industrial de Ilunion en el que no se cumplía la normativa laboral. Esta nave carece de sistemas de climatización, por lo que los trabajadores – discapacitados – estaban soportando temperaturas cercanas a los 40 grados.
Según explica el sindicato, la temperatura máxima que establece la legislación sobre “disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo” -(RD 486/1997)- es de 27º en locales cerrados donde se realicen ‘trabajos sedentarios propios de oficina’; y de 25º si se realizan ´trabajos ligeros’. En ambos casos, la humedad relativa no debe bajar de 30.

Según la denuncia previa de CC.OO., una parte de la plantilla estaba realizando tareas de oficina y la mayor parte tareas «ligeras» de retractilado, manipulado y almacenamiento de embalajes.
Según Teresa Sánchez, presidenta del comité de empresa, «suspender el horario de tarde es lo menos que podía hacer Ilunion. aunque esta medida no deja de ser un parche para salir del paso y no resuelve nada», en declaraciones para Ideal.
«Además, habrá que ver qué pasa con los trabajadores de la mañana, que en las últimas horas de su turno también soportan temperaturas muy elevadas», añade la presidente del comité de empresa.
Esto conllevó a que «en los últimos días, cuando el termómetro interior comenzó a rebasar los 32 grados y la humedad relativa no llegaba ni a 20, se produjeron algunos desmayos».
El medio advierte que «los empleados de este centro especial de empleo sudan ahora la gota gorda pero en invierno se mueren de frío».
De hecho, «la Inspección de Trabajo acudió a esta nave en enero del año pasado, cuando los trabajadores soportaban bajísimas temperaturas por borrasca Filomena».
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
Musk y el bulo del «genocidio blanco» como arma diplomática
La historia de cómo un magnate usó su inteligencia artificial para reescribir la realidad y extorsionar a un Estado soberano. Y ganó.
Miedo líquido, fascismo sólido
La inseguridad permanente alimenta el hambre de orden. El fascismo se presenta como el atajo.
Golpismo a plazos y sanciones por encargo: el juicio a Bolsonaro y la sombra de Trump
Mientras Brasil intenta juzgar un intento de golpe, Washington sopla en la nuca de sus jueces. No por justicia, sino por estrategia.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos