La calle grita Palestina mientras el Israel–Premier Tech insiste en seguir compitiendo
CANTABRIA SE SUMA A LA PROTESTA
En Laredo, la salida de la duodécima etapa de La Vuelta se convirtió en escenario de una protesta masiva contra la presencia del Israel–Premier Tech. Más de 300 personas levantaron banderas palestinas, mostraron fotos de víctimas y corearon “Israel genocida” y “Stop genocidio”. La exigencia fue clara: expulsión inmediata del conjunto israelí.
Pero la respuesta de su director deportivo, el navarro Óscar Guerrero, fue de desafío: “No vamos a abandonar, sería un precedente muy peligroso”. Con esas palabras, el equipo selló su negativa a salir de la competición, aunque cada vez que pedalean lo hacen rodeados de rechazo social y pancartas que señalan al Estado al que representan.
Lo ocurrido en Cantabria es un punto de inflexión. El día anterior, Bilbao ya había mostrado que la protesta puede neutralizar incluso una llegada de etapa. La tensión es tal que veteranos como Eusebio Unzué reconocen que nunca habían visto nada parecido en más de cuatro décadas en el ciclismo.
SEGURIDAD POLICIAL Y DOBLE DISCURSO POLÍTICO
El ministro Fernando Grande-Marlaska garantizó la seguridad de la carrera con un despliegue de Guardia Civil y Policía Nacional, pero también reconoció el carácter “muy loable” de las protestas contra el genocidio en Gaza. La democracia, recordó, se mide también en la capacidad de la ciudadanía de señalar las injusticias.
En el otro extremo, Isabel Díaz Ayuso no perdió la oportunidad de desacreditar las protestas, llamando “cobardes” y “antisemitas” a quienes se manifestaron en Bilbao y Cantabria. Un discurso que reduce a mero ruido lo que es en realidad un movimiento de denuncia internacional.
La contradicción es insostenible: la Unión Ciclista Internacional veta a Rusia por invadir Ucrania, pero tolera que Israel convierta cada etapa en un escaparate de propaganda. Neutralidad selectiva, deporte convertido en cómplice.
Cantabria ha marcado la diferencia: el pueblo se planta, mientras el equipo israelí se niega a abandonar. La Vuelta ya no es solo ciclismo. Es la evidencia de que el genocidio no se puede maquillar a golpe de pedales.
Related posts
SÍGUENOS
Cánticos fascistas en la Complutense: el enésimo intento de Vito Quiles de convertir la universidad en su plató
Una jornada pensada para provocar, desmontada por una juventud que ya no compra el teatrillo ultra
La diócesis del silencio: el legado de Zornoza y los abusos ocultos en Getafe
Tres décadas de traslados, omisiones y encubrimientos en una Iglesia que aún prefiere mirar hacia otro lado.
La ultraderecha organizada ya no se esconde: la Fiscalía avala investigar a ‘Deport Them Now’ y sus vínculos con Vox
El odio se ha institucionalizado. Y mientras la extrema derecha lo agita desde las calles, parte del sistema político lo blanquea desde los despachos.
Vídeo | EL JUMPSCARE DE NDONGO 👻Cuando reniegas de lo que eres para gustar al opresor
Hoy hablamos del jumpscare de Ndongo: ese momento en el que alguien se convence de que estar del lado del poder le hará parte de él. Lo mismo que Ramsey, lo mismo que tantas mujeres antifeministas y migrantes racistas: la fantasía de que, si atacas…
Vídeo | Desmontando a Ramsey Ferrero 🔥Cuando el patriarcado se disfraza de influencer (y mujer)
Hoy desmontamos a Ramsey Ferrero, la influencer que dice que si decides estar soltera se acaba la especie humana. La misma que asegura que “el más capacitado manda” (spoiler: siempre él). Y que cree que si un hombre no se controla, la culpa es de…
Seguir
Seguir
Seguir
Subscribe
Seguir