RECTIFICACIÓN: En una primera versión de este artículo nos hacíamos eco de una información en la que se relacionaba al autor de la amenaza con el diputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros. Rectificamos esa noticia, ya que según el propio diputado se trata de «un tío del sujeto que se casó con una prima de mi padre».
El autor de la amenaza a la ministra Reyes Maroto, apellidado Escudero Arias-Dávila, de 65 años, autor de la carta con una navaja ensangrentada enviada a la ministra Reyes Maroto, está emparentado con Miguel Escudero, condenado por estafa e indultado por Gallardón, según ha recogido Público.
Se trata de uno de los siete hermanos del autor de las cartas. Estuvo involucrado en las irregularidades cometidas por la sociedad Girasol 8 SL, propiedad de un amigo de la infancia del rey emérito, Eduardo Eraso Campuzano.
Fue condenado en mayo de 2010, por la Audiencia Provincial de Madrid, a dos años de prisión por «los delitos continuados de falsedad en documento mercantil y estafa agravada», por ser el cerebro de una red de fraude del IVA en los años 90, pero en 2012 Alberto Ruiz-Gallardón lo indultó, a propuesta propia y como ministro de Justicia del Gobierno de Mariano Rajoy.
Related posts
Trump aún no controla la justicia
Hoy, la justicia ha defendido el Estado de derecho. No por ideología. No por valentía. Sino porque todavía hay quien entiende que las leyes están para algo más que adornar discursos.
La ultraderecha gana terreno entre banderas ajenas
Chega se convierte en la segunda fuerza en Portugal gracias al voto emigrante. El fascismo posmoderno se viste de desarraigo y antipolítica para colarse por la puerta de atrás del Parlamento.
Opinión | ¿Y ahora qué, Alemania?
Las promesas de “nunca más” frente al genocidio en Gaza
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos