El café es uno de los productos emblemáticos del Comercio Justo, que busca cambios en el comercio internacional para garantizar una vida digna a los agricultores que producen gran parte de los alimentos que consumimos. Sin embargo, la cadena de café está basada en un oligopolio, donde los últimos eslabones se caracterizan por la concentración de empresas y poder, mientras que los agricultores constituyen el sector más vulnerable, con menor capacidad de negociación y expuestos a decisiones y condiciones que no pueden controlar.
La situación de los agricultores de café
Según un estudio realizado en Perú, Etiopía y Colombia, los caficultores generan ingresos muy por debajo del umbral de pobreza y han experimentado una disminución en sus ingresos desde 2005. Muchas familias caficultoras sufren de problemas de malnutrición, analfabetismo y viven por debajo del umbral de pobreza. Además, las mujeres, a pesar de realizar la mayoría de las labores de cuidado de las parcelas y cosecha del café, son las peor pagadas y rara vez son propietarias.
Impactos ambientales y deforestación
El uso de insumos químicos para aumentar los rendimientos y combatir las enfermedades de los cafetos ha llevado a la contaminación ambiental. Además, el cambio climático ha afectado negativamente las plantaciones de café, lo que también afecta a los agricultores. Estos impactos ambientales y la deforestación son desafíos adicionales que enfrenta la industria del café.
El modelo de oligopolio y sus consecuencias
El modelo de oligopolio en la cadena de café ha llevado a una baja remuneración y falta de liquidez para los agricultores. A pesar de enfrentar un aumento en los costos de producción, los agricultores obtienen un margen muy pequeño, lo que desincentiva las inversiones y resulta en menores rendimientos y calidad. Solo una minoría de los productores se beneficia de la valorización del café arábica, mientras que el resto enfrenta una situación económica inviable.
La trampa de la pobreza
Muchos agricultores de café se encuentran atrapados en la “trampa de la pobreza”. Debido a la falta de acceso a la financiación y la incapacidad para mantener sus cultivos, se ven obligados a endeudarse para satisfacer sus necesidades básicas. Esto hace que el oficio de cultivar café sea cada vez menos atractivo, y las nuevas generaciones se alejan de esta actividad.
Cifras de la pobreza en la industria del café
- En Perú y Etiopía, los caficultores y caficultoras generaron ingresos muy por debajo del umbral de pobreza, y en 2017 percibieron un ingreso un 20% más bajo que en 2005.
- En Colombia, aunque algunos cultivadores de café logran superar el umbral de pobreza, en promedio, la mayoría no alcanza un nivel de vida digno.
- Las familias caficultoras a menudo sufren de problemas de malnutrición e índices elevados de analfabetismo.
- En algunos países, como Kenia y Honduras, el trabajo infantil sigue siendo una solución para contener los costos ante un alza en los salarios agrícolas o la dificultad de encontrar obreros.
- Las mujeres son las más afectadas por la desigualdad dentro del sector, realizando la mayoría de las labores de cuidado de las parcelas y de cosecha del café, pero siendo las peor pagadas y rara vez propietarias.
- La producción cafetalera tiene un impacto creciente en la deforestación, debido a la expansión de la caficultura y la tendencia a la modernización de las explotaciones.
- El uso de insumos químicos para incrementar los rendimientos y luchar contra las enfermedades de los cafetos genera contaminación ambiental y costos sociales significativos.
- En general, los costos sociales asociados a la industria del café, como la baja remuneración de los productores, la falta de recursos del estado y los impactos medioambientales, representan una carga significativa para las comunidades cafetaleras.
La necesidad de desmantelar la injusticia y desigualdad
Es importante destacar que la industria del café no solo se trata de precios internacionales o nuevas formas de consumo, sino que afecta a millones de personas que viven en condiciones de pobreza. Existe una arquitectura de injusticia y desigualdad que debe ser desmantelada para lograr la justicia social, el respeto a los derechos humanos y hacer de este mundo un lugar habitable para todos.
En conclusión, el modelo de oligopolio en la cadena de café ha llevado a la ruina de los agricultores, quienes enfrentan una baja remuneración, falta de liquidez y condiciones precarias. Es necesario buscar cambios en el comercio internacional que permitan una vida digna para quienes producen este producto tan emblemático.
Recomendaciones para garantizar la sostenibilidad de la cadena de valor del café
- Se recomienda crear un marco propicio e incitativo para alternativas cuyo impacto está demostrado en los países de consumo.
- También se sugiere comprometerse a garantizar la transparencia a lo largo de la cadena de valor para los actores del sector.
- En los países de producción, se propone apoyar la estructuración colectiva de productores y productoras desde la base y durante el desarrollo de modelos agroforestales diversificados.
INFORME: Café: La historia de un éxito que oculta una crisis https://pdf.ai/documents/cln2om1nc000ul90fsosu42st
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